Es complicado imaginar cómo ha estado nuestro globo terráqueo aguantando sin algo tan necesario durante todos estos años... pero sí, las aplicaciones oficiales –e individuales– del clan Kardashian ya están aquí. Son cuatro, una por cada una de las cuatro hermanas más mediáticas de la familia, entre las cuales suman más de 150 millones de seres humanos que por una razón otra ha decidido considerarlas interesantes. Por el módico precio de unos 2,50 euros mensuales cualquiera podrá saber cómo se fabrica el efecto XL de los labios de Kylie Jenner, cómo consigue Khloé traducir su fanatismo por el orden en jarras repletas de galletas Oreo, o cómo combina Kendall una camiseta blanca con un par de vaqueros. Irrisorio para algunos, necesario para quién sabe quién.

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La aplicación permite, eso sí, una suscripción gratuita de 7 días antes de comenzar a cobrarte, y además añade la opción de notificar al usuario cada vez que una de las hermanas vayan a reproducir su vida en directo al mundo. Con esta premisa que daría alergia a aquellos que se opusieron al fin de CNN por el canal Gran Hermano 24 horas, el clan Kardashian presentaba ayer este órdago de aplicaciones en la tienda Apple del Soho de Nueva York, en una rueda de prensa retransmitida, como era de esperar, por su madre y agente Kris Jenner. "Orgullosa de mis pequeños ángeles", rezaba el perfil personal de la matriarca. Puro instinto maternal.
Lo bueno de este peldaño más en el reinado de la familia más popular de la familia norteamericana es, en cualquier caso, la variedad. Para empezar, la menor de todas, Kylie Jenner, ha decidido mostrar al mundo cómo ha pasado de la belleza genética menos exhuberante a la bomba sexual que aparenta en sus redes sociales. Gigi Gorgeous, gurú transexual que mostró su proceso de transición al mundo desde su canal de Youtube, será su aliada en una serie de charlas de belleza y confianza. Se suman a ello los tutoriales que ya anunciaba la propia Kylie en su Instagram, comenzando con el ritual que el maquillador Hrush Achemyan le hizo para su 18 cumpleaños. Si a eso le añadimos compras reales de ropa y accesorios que Jenner ha lucido en apariciones varias, consejos de estilo y declaraciones con profundidad propia de García Lorca, se hace complicado pensar en alguien a quien no pueda resultarle útil el invento.

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En el caso de Khloe, la fórmula se reduce a una combinación de rutinas de ejercicio, estilo de vida, belleza... y regalos de la oratoria como la afirmación: "El sudor es, básicamente, grasa llorando". Suscribirse incluirá placeres como descubrir la obsesión de la menor de las hijas de Kris Jenner y Robert Kardashian, como las jarras de galletas perfectamente dispuestas. "Soy una sociópata, así que le dedico gran parte de mi vida diaria a esta tarea tan importante. De hecho, me hace mucha ilusión cuando veo que la gente coge, ¡eso significa que les gusta!". O también puede incluso enseñar a alguien a lo importante de la amistad entre ella y su amiga Malika, en una sección fija bautizada Ebony & Ivory donde hablan de la fórmula para reirse de los haters: "lo hacemos con clase, porque nuestro trasero es enorme". Cómo no habría caido alguien en esto hasta ahora.

En los dos y más ubicuos casos restantes, los de Kendall y Kim, la ecuación es similar: algún tutorial de belleza, ratos muertos hablando a la cámara en aeropuertos en el caso de la primera y alguna foto en topless en el de la segunda. La pregunta, más que abordar la necesidad de una intromisión aún mayor del grupo de seres humanos que más la disfrutan en este mundo, sería: ¿cuántos habrá dispuestos a matar sus horas mientras lucran el mito? Solo las ventas lo dirán.