La maquinaria de rumorología que envuelve a los creativos de la industria pone esta vez la varita mágica en el músculo directivo. Su nombre quizás no sea conocido por el amplio almanaque periodístico que desgrana el azaroso destino de los diseñadores, pero el papel de Isabelle Guichot en el núcleo duro de la moda era, hasta hoy, de especial relevancia. Guichot había sido hasta octubre de 2016 presidenta y consejera delegada de Balenciaga, puesto en que fue relevada por Cèdric Charbit, de 39 años. El futuro de esta ejecutiva de impecable currículo –que procedía de compañías como Sergio Rossi, Lancel, Van Cleef & Arpels y Cartier– parecía estable cuando François-Henri Pinault aseguró su mantenimiento en Kering. Pero el conglomerado que éste capitanea, dueño de otras firmas como Gucci, Stella McCartney o Saint Laurent, ha confirmado a Reuters que Guichot cierra su etapa en el grupo y no continuará asociada al dueño de Balenciaga, firma que estimaba sus ventas en 400 millones de euros el pasado ejercicio.

Coat, Trousers, Collar, Shirt, Standing, Dress shirt, Outerwear, Formal wear, Iris, Suit trousers, pinterest
Isabelle Guichot y François-Henri Pinault, juntos en septiembre de 2016.

La salida de Guichot coincide con sacudidas similares como la salida de Maureen Chiquet en Chanel o la permuta de Christopher Bailey como consejero delegado de Burberry –manteniendo presidencia y dirección creativa– por Marco Gobetti, hasta entonces en Céline. Pero en su caso, la vinculación a Balenciaga era tal que suya es la responsabilidad de que la firma volviera a España con una tienda en Madrid, donde no tenía presencia desde finales de los sesenta y hasta donde viajó Alexander Wang, quien fuera director creativo de 2012 a julio de 2015. Con su ausencia, se abre la incógnita de quién y como ejecutará los fastos por el centenario de la enseña.

En su paso por Kering, además, destacó también su membresía en la junta directiva de la Fundación por la Dignidad y los Derechos de las mujeres, cuando aún el grupo funcionaba bajo el nombre de PPR, y con la que promovió su creación en 2000 para crear proyectos e iniciativas que mejoraran, según sus palabras de entonces, "la educación de la mujer, así como luchar contra las causas que provocan su sufrimiento y generan violencia alrededor del mundo respecto a ellas".