La calle se rinde a Gucci (y he aquí todos los datos y fotos que lo demuestran)
En tan solo un año, Alessandro Michele ha conseguido que críticos y prescriptoras de estilo se rindan a su visión de la moda, animando a potenciales compradoras repartidas por el mundo a hacerse en masa con sus diseños, especialmente zapatos y bolsos.
A finales de 2014 el irregular impacto de Gucci ralentizaba el crecimiento de Kering. Apenas un año y medio después, Gucci representa dos tercios del beneficio del grupo francés, lo que le ha llevado a incrementar sus ventas en un 15,4%durante 2015, y ha revalorizado sus acciones en un 1.5 %, según datos proporcionados por Kering en su último informe económico publicado a finales de febrero. Estos excelentes resultados se deben, además de a lo bien que van las cosas en Puma con Rihanna a la cabeza y a la consistencia de Hedi Slimane en Saint Laurent, al esfuerzo conjunto del nuevo presidente de Gucci, Marco Bizarri, y su apuesta personal al frente de la dirección creativa de la enseña italiana: Alessandro Michele. Entre la gestión del primero y la privilegiada visión del segundo, Gucci ha dado un giro de 180º en tan solo un año, y es que nadie diría que Michele presentó su primera colección para la firma el 25 de febrero de 2015 en Milán.
Con tan solo cinco colecciones de mujer (y tres de hombre) a sus espaldas, el diseñado, al que en los últimos meses lo mismo hemos visto acompañando a Jared Leto a la ceremonia de los Oscar que presenciando el debut de Demna Gvasalia en Balenciaga, ha vuelto a hacer deseables unas siglas y un estilo que estaban de capa caída, y no solamente ha sido capaz de arañarle compradores a marcas muy consolidadas y con un público absolutamente fiel, sino que se ha colocado a la cabeza de las firmas de lujo a la hora de crear tendencia. Michele no ha conseguido todavía que nos metamos de lleno en el papel de mujer excéntrica y raruna que nos cautiva sobre la pasarela, si bien ha logrado que la calle se vuelva loca por sus pantuflas forradas de pelo, sus sandalias acolchadas de piel metalizada y estética viejuna o los clásicos mocasines de Gucci de toda la vida que ahora lo mismo vienen con incrustaciones de tachuelas y perlas en el tacón, y la parte trasera diseñada para llevarse destalonada, que en forma de mule. Otro de sus mayores éxitos pasa por la versión actualizada del bolso Dionysus. Michele ha conseguido quitarle el olor a naftalina estampado su piel con flores o bordando en su lona con logo todo tipo de locos motivos.
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