Pese si fueras una de las modelos más exitosas del mundo, podrías no ser del gusto de todos los diseñadores a la hora de llevar sus creaciones. Es lo que le ha ocurrido a Ashley Graham, que recientemente ha admitido que no asistió a la última edición de la MET Gala porque nadie quiso vestirla.
La estrella curvy no cumple con los estándares de la industria ni entra en una talla 34, y recientemente declaró en el New York Magazine que los diseñadores, inicialmente, rechazaban forjar una relación profesional con ella. Por supuesto, esto es algo que ha ido cambiando conforme la figura de Ashley Graham ha ido creciendo y situándose en el top de la industria, como la modelo de tallas grandes más reconocidas.
Sin embargo, la discriminación por tallas, tamaños o volúmenes sigue latente en la industria, aunque el hecho de que cada vez sean más las modelos que hablan al respecto, haga que el negocio esté cambiando poco a poco.
Aquí, nueve estrellas que han compartido sus malas experiencias en la industria, solo por querer vestir un bonito vestido sobre la alfombra roja.
Beyoncé
Miles de diseñadores matarían por vestir a Beyoncé ahora mismo; sin embargo, la cantante admitió que durante su época con Destiny's Child, muchas firmas de lujo se negaron a vestir a las chicas de la banda. "Cuando empezamos con las Destiny's Child, las grandes marcas se negaban a vestir a cuatro chicas negras y con curvas, y nosotras no podíamos permitirnos vestidos de alta costura", afirmó la cantante el año pasado al recoger el premio a icono de moda en los CFDA Awards.
"Mi madre y mi tío hicieron nuestros primeros trajes, cosiendo cientos de cristales y perlas a mano, y poniendo toda su pasión y cariño en cada detalle". Y recordaba a los diseñadores: "Tenéis el poder de cambiar la percepción, de inspirar y empoderar, y de mostrarle a la gente cómo abrazar sus defectos y hacer ver que la verdadera belleza y fuerza están dentro de todos nosotros".
Octavia Spencer
La ganadora de un Oscar, Octavia Spencer, habló de la dificultad de encontrar un diseñador que la vistiera en la edición de los Globos de Oro en 2012, incluso estando nominada (de hecho se coronó como ganadora) aquella noche. "Soy una mujer pequeña y gordita", dijo la actriz en la última edición del Palm Springs Festival. "Es difícil encontrar un vestido para mí. Es mucha presión, de verdad os lo digo. Los diseñadores no vienen a mí".
Christina Hendricks
La actriz de Mad Men también ha revelado haber tenido grandes problemas para encontrar vestidos en las temporadas de premios debido a su talla. "La gente habla maravillas de mí, dicen cosas preciosas. Sin embargo, ningún diseñador de esta ciudad va a vestirme", dijo en una ocasión la actriz para el Daily Record. "Solo prestan vestidos de tallas muy concretas. Así que todavía estoy esperando a que alguien me de un maldito vestido. Esta ha sido siempre mi talla. He trabajado en otras series con este mismo cuerpo pero Mad Men lo celebra y eso me parece muy bueno".
Khloé Kardashian
"Definitivamente creo que la industria de la moda, y la gente en general, me miran más ahora que he perdido peso", dijo Khloé Kardashian para Harper's Bazaar América. "Incluso en las sesiones de fotos, nunca tenía opciones a la hora de elegir ropa. Siempre se prestaba atención en este sentido para Kourtney y Kim, pero yo suponía demasiado trabajo para los estilistas, o directamente no tenían mi talla. ¡No estaba tan gorda!".
Dascha Polanko
La estrella de Orange is the New Black reveló que había sido rechazada por una de sus marcas de lujo favoritas, pese a haber gastado mucho dinero en la firma, participar en uno de los grandes éxitos de Netflix y contar con más de 2 millones de seguidores en Instagram. "Tuve una mala experiencia con una marca de lujo hace poco, en la que personalmente invieto mucho dinero porque adoro lo que hacen. Así que le dije a mi representante que se pusiera en contacto con su equipo. Su respuesta fue, 'Oh, no tenemos esas tallas, no ahora mismo, puede que en un futuro", reveló en una entrevista.
"Ahora, aunque viniesen a mí para vestir sus diseños, no les concedería el placer. Es decepcionante, pero trato de trabajar con diseñadores que quieren colaborar conmigo y hacer cosas para mí. Con gente que ama mis curvas y las abraza como hago yo".
Melissa McCarthy
McCarthy había estado nominada como mejor actriz en los Oscar, sin embargo, eso no le facilitó las cosas a la hora de encontrar vestido para la celebración en el año 2012. "Hace dos Oscars (en 2012) no pude encontrar a nadie que me vistiera. Se lo pedí a cinco o seis diseñadores (de muy alta gama) y todos ellos me dijeron que no", contaba la actriz. La experiencia empujó a la cómica a crear su propia línea de ropa para ayudar a las mujeres a sentirse bien consigo mismas.
Leslie Jones
Jones publicó en Twitter cómo lamentaba que ningún diseñador hubiese querido vestirla para el estreno de su película Ghostbusters, en Hollywood. "Es divertido ver cómo no hay diseñadores dispuestos a ayudarme con el vestido para el estreno de mi película. Seguro que esto cambiará y me acordaré de todo", tuiteó la actriz en su cuenta personal. El diseñador Christian Siriano inmediatamente contestó a la estrella para vestirla con este espectacular vestido rojo y, posteriormente, respondió en Twitter: "No debería ser algo excepcional trabajar con gente brillante solo porque no tienen la talla de muestra".
Ashley Graham
La modelo brilló con este espectacular diseño de Bao Tranchi en la última edición de los Oscar, pero admitió que fue un duro trabajo encontrar un vestido para ella. "He estado muy ocupada. Me refiero a que he estado intentando encontrar un vestido para los Oscar, para alguien de mi talla no es tarea fácil y ha supuesto mucho trabajo. Así que estoy muy feliz hoy con mi look", declaró Graham sobre la alfombra roja.
Bryce Dallas Howard
La actriz de Jurassic World reveló que tuvo que comprarse su propio vestido para los Globos de Oro en 2016 porque no encontró suficientes diseñadores con vestidos de su talla. "Me gusta tener varias opciones de mi talla en lugar de una sola, así que suelo ir a grandes almacenes", aseguró la actriz, quien finalmente se compró un vestido de Jenny Packham.
Vía: Harper's Bazaar
