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Eugenia Kim, la diseñadora de accesorios de Beyoncé, J.Lo y Michelle Obama
Su pamela playera con mensaje o su gorro de lana con orejas de gato son solo algunos de los imprescindibles que las famosas no dudan en comprar. Sí, comprar, nada de cesiones.
Quién le iba a decir a Eugenia Kim que un horroroso corte de pelo iba a ser la llave de un futuro espectacular en el mundo de la moda. Fue en 1998, y aquellas horas de horror, sin dar crédito a lo que había hecho con su melena tras decidir cortárselo en un impulso ella misma, se transformaron en un paseo hacia el éxito, imparable casi dos décadas después. Hasta entonces, era una aplicada estudiante que ya había dado una pequeña sorpresa cambiando su proyectada carrera de Medicina en una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos por la de Comunicación. "Tras pasar más de un mes en un hospital por un accidente durante mi primer año de carrera, decidí que no quería pasar mi vida en uno", declaró. Comenzó a coquetear con las revistas de moda, incluyendo un año en la redacción de Allure al más puro estilo El diablo viste de Prada. Allí no le faltaron oportunidades para escribir y aprender, e incluso pudo compatibilizarlo con un curso de sombrerería en la Parsons School. Amante de los sombreros, echó mano de su imaginación y de lo que allí aprendió para hacer un modelo que ocultara el estropicio, con la suerte de que fue objeto de admiración en su barrio, el SoHo, por su originalidad.
La boutique Bond07 le pidió una colección, la expuso en el escaparate y el éxito fue tal hasta el punto de que Barneys le hizo un pedido. Sus buenos contactos en los medios, donde tenía grandes amigos en diferentes publicaciones (incluida The New York Times) también ayudaron a que todo el mundo se hiciera eco de lo que estaba pasando. En meses, era una diseñadora reconocida. Fue el pistoletazo de salida de una aventura empresarial que hoy se completa con todo tipo de accesorios, calzado incluído, y que sigue siendo fiel al trabajo artesanal y a su ciudad: Nueva York. Allí sigue teniendo su estudio, aunque ya no solo vende en Barneys, sino también en Bergdorf Goodman, Harvey Nichols, Net-a-Porter o Saks Fifth Avenue, entre más de 300 centros comerciales y tiendas especializadas de todo el mundo.
Es precisamente su gusto por el lujo hecho a mano donde Kim pone el acento. Una calidad encuadrada dentro del mercado del lujo que le valió para ser elegida la Mejor Diseñadora de Accesorios por el Consejo de Diseñadores de Moda de América (CFDA) en 2004. Aunque, más que premios, es su cartera de clientes lo que despierta más interés. Michelle Obama, Beyoncé, la princesa Madalena de Suecia o Britney Spears son fans declaradas de su firma. Jennifer Lopez fue la primera de las famosas en caer rendida a sus encantos. La cantante combinó uno de sus sombreros con un vestido de Cavalli con estampado de leopardo en los Video Music Awards de 2001 (no fue un préstamo, la artista era la dueña del sombrero). Tras la gala, Nicole Kidman seguiría los pasos de la neoyorquina (Kidman repitió hace poco con Kim para The Edit).
Sus primeros modelos jugaban con la idea de que el diseño pareciera pelo natural, así como no faltaban las plumas "para que el efecto fuera muy femenino". Hoy cuenta con dos colecciones anuales, con modelos en los que se sigue jugando con el efecto de las plumas y el pelo natural, pero también otros sombreros más clásicos como el fedora , gorras que customiza con piezas de lujo como cristales de Swarovski e incluso diademas recargadas. Disponibles también en Internet, los precios oscilan entre los 275 y los 500 €, aunque hay ofertas que rebajan el precio en determinadas épocas del año a menos de 75€.
La imaginación es imprescindible para Eugenia Kim. Algunos de sus modelos fueron bautizados como 'cabellos de Lego' por su similitud con las piezas que simulan una melena francesa; y sus orígenes asiáticos se ven en piezas como las de orejas de gato, un detalle que no falta en las calles de Seúl o Tokio cada invierno. Kim llamó a este modelo Félix y ha hecho más de una docena de variantes en diferentes colores y materiales (Beyoncé los luce en los partidos de la NBA). Claro que para modelo con variantes, el que hizo para evitar el sol en el Derby de Kentucky: una pamela flexible con mensaje contrastado de una o dos palabras que se puede cambiar y que se vende a juego con bolsos de gran tamaño. También Beyoncé se ha dejado ver con él en diferentes ocasiones, demostrando su total entrega a los diseños de Kim. De hecho, no falta famosa en Estados Unidos que no quiera lucirlos...
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