En la moda... ¿todo está escrito? No. Puede que la inspiración sí sea algo recurrente, pero el cómo adaptar el ayer al hoy, eso es cosa de la de creatividad del diseñador del momento. Y eso es lo que hace, desde que aterrizó en la maison Balenciaga, Demna Gvasalia: revolucionar el hoy con el ayer para dar vida a creaciones irremediablemente virales.

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Su última genialidad se ha materializado en la campaña de su colección masculina para la próxima primavera/verano 2018. Sin más atrezo que un fondo a modo de decorado de estudio fotográfico de los años 80 (esos con colores en degradé y superficies boscosas), un árbol y unas sillas de mimbre, Demna Gvasalia ha presentado sus propuestas masculinas.

Tras el objetivo de esta peculiar puesta en escena está Robbie Augspurger, un fotógrafo en cuyo ADN está el gusto por la estética de aquellos retatos de posados indescriptibles y cromas de ensueño que marcaron la fotografía de estudio de los años 70 y 80.

Otra de las peculiaridades de esta campaña es que, pese a ser masculina, los modelos (lánguidos y no especialmente expresivos) no están solos. La composición de las instantáneas tiene ese halo de retrato familiar ochentero en el que los niños, además, posan con las propuestas de la recién estrenada línea infantil de la Balenciaga. Una apuesta estilística tan arriesgada como exitosa, acorde con el reciente anuncio de la firma de realizar desfiles conjuntos de hombre y mujer a partir de ahora.