“Oh Dios, ¿quién es ella?”, escribía Justin Bieber el pasado diciembre en su cuenta de Instagram bajo la imagen del rostro de una auténtica desconocida. Retórica para cualquier mindundi, la cuestión de Bieber no se disipó en el aire: el canadiense, seguido por 47 millones de personas, consiguió movilizar a su público ya fuera buscando a la chica en cuestión o confeccionando perfiles falsos.

En menos de una semana, el chico ponía nombre a su amor platónico; el de Cindy Kimberly. Kimberly, amalgama entre Angelina Jolie e Irina Shayk, respondía a la llamada del ídolo adolescente así: “No sé como gestionar todo esto. Sólo tengo Instagram y Tumblr, así que cualquier otra cuenta en otra red social con mi nombre que la gente esté encontrado es falsa”. Kimberly, al rato, sumaba 300.000 nuevos seguidores.

Al hallazgo natural de Denia (Alicante) le ha cambiado la vida. “Cambió de manera positiva desde que Justin apareció. Al principio me sentí muy abrumada y no supe como lidiar con ello, pero ahora ya me estoy acostumbrado”. Kimberly, de diecisiete años, contó además a Vanitatis que había probado suerte como modelo en varias ocasiones.

Así que aquí no hubo cuestión. Cindy Kimberly debutará como maniquí en la próxima edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Ante el aluvión de ofertas de trabajo que percibe –"recibo constantemente llamadas telefónicas ofreciéndome cosas"–, la alicantina no opone resistencia a la añeja Cibeles. El quién la querrá entre sus filas todavía es una incógnita. Quizá Felipe Varela sí.