Tras la polémica causada por el fulminante despido de Alber Elbaz en Lanvin a causa con sus directivos, la casa francesa ya ha encontrado testigo para el talento del locuaz modisto. La elegida es Bouchra Jarrar (Cannes, 1970), que se incorpora este mes a la compañía como directora creativa y cuyo debut tendrá lugar durante la próxima semana de la moda de París, en octubre de este mismo año.

"Es un gran honor tener la responsabilidad de continuar desarrollando el estilo de Lanvin, con diseñados creados por los equipos de un taller que guarda una experticia extraordinaria", ha concedido Jarrar. "Unirme a Lanvin conecta con un deseo de expandir mis creaciones a un campo aún mayor de expresión. Mi intención es traer a la casa la armonía y consistencia de una moda creada para las mujeres, y para nuestro tiempo".

Todo comenzaba el 27 de octubre del año pasado, cuando el entonces director creativo de la firma Alber Elbaz expresaba en WWD su opinión sobre la situación actual del sistema de pasarelas junto a la mella que éste hace en los creativos. "Cuanto más hablo con la gente más noto que necesitamos un cambio", contaba. "No es tanto una cuestión de hastío sino de una confusión sobre qué somos y quiénes somos en la moda. Pregunto a los editores y me dicen que no pueden ver 60 desfiles en un mes, pregunto a los críticos y me cuentan que es absurdo escribir crónicas entre taxis, casi sin pensar. ¿Se está convirtiendo la moda en un negocio exclusivamente de espectáculo? Eso me pregunto". La noticia de su marcha, días después, ponía fin a una alianza iniciada en octubre de 2011. Aterrizaba desde Yves Saint Laurent, firma que dejó tras las primeras tres colecciones con Tom Ford al cargo, y desde entonces sus logros no han sido escasos. Sin embargo, varios desencuentros con el dueño de la firma, Shaw-Lan Wang, y su consejera delegada Michéle Huiban, podrían haber provocado una decisión que llega tres días después del abandono de Raf Simons en Dior (abra la rumorología sus apuestas).

Los propios trabajadores, que en un principio se negaron a acatar la decisión del despido de Elbaz, redactaron una propuesta a la mayor accionista de Lanvin, Shaw-Lan Wang, en la que instan a que éste regrese a la empresa. Según cuenta WWD, un grupo de asalariados de la empresa se han reunido con Charles-Henry Paradis como portadoz para reclamar esta premisa. El cuerpo de empleados, constituido por 330 personas, barajó incluso la posibilidad de invocar al Tribunal de Comercio de París para mediar en su oposición a la decisión de la dirección.

Finalmente, el pasado 17 de febrero, la Corte de París decidió que la administración de la firma debía pagar 3.000 euros de indemnización a sus operarios en compensación de daños. "Es una victoria preciosa", arguyó Charles-Henry Paradis, miembro del consejo de trabajadores de Lanvin, en exclusiva para WWD. "Todo lo que la compañía ha alegado ha sido rechazado por la Corte. Ahora sólo queda esperar que los directores de la compañía acaten el fallo y tomen las medidas correspondientes". La inesperada patada que Lanvin propinaba a Elbaz el pasado octubre –el diseñador israelí perdía su puesto como director creativo– fue el detonante de todo.

El último desfile de Alber Elbaz en Lanvin
La semana de la moda de París en 22 siluetas