Todavía con jet-lag tras la semana de la moda de París, descubrimos que la última jornada del calendario oficial de desfiles dio mucho más de sí de lo que cabría imaginar. Stefano Pilati, el que fuera director creativo de Saint Laurent en tiempos de Yves –actualmente diseña para Zegna–, emitía unas polémicas declaraciones sobre el momento que vive actualmente la industria de la moda. Uno pésimo, en su opinión. El italiano culpaba sin tapujos a Pierre Bergé, mano derecha de Saint Laurent, y a Suzy Menkes, célebre editora de moda, de "fomentar el mal gusto".

Lo hacía para WWD. "En lo que respecta a definir la elegancia, se trata de una cuestión de gusto. Algo que, en mi opinión, se ha perdido. Cuando personas de relevancia como Pierre Bergé o Suzy Menkes siguen intentando ser sensacionalistas sobre un pasado que ya no existe, ocurre esto. Pretenden confundir conocimiento con buen gusto", comentaba Pilati. "Nunca he dicho lo contrario de Bergé. El mal gusto de éste fue siempre un motivo de broma entre Saint Laurent y sus amigos más cercanos. Entiendo que él estuviera más centrado en el éxito financiero que alcanzamos en la firma francesa durante mi mandato, motivo que siquiera valoró. Si al menos se hubiera molestado en echar un vistazo...".

Bergé no está exento de culpa. El siempre polémico mecenas y editor francés embestía a Karl Lagerfeld el pasado septiembre. Bergé aseguraba que el problema entre él y el alemán "es como cuando dos personas aspiran a ser estrellas de cine o de teatro y una se convierte en Marilyn Monroe y la otra en un don nadie (...) Karl me gusta mucho, lo conozco desde siempre. Él es muy culto y muy inteligente. El gran problema de Karl es que nunca ha tenido éxito con su propio sello. No ha sido capaz de alcanzar el mismo éxito que el obtenido bajo el nombre de Chanel".

Acertadas o no, las palabras de Pilati sólo engrosan esa interminable lista de trifulcas que Chanel y Schiaparelli inauguraban allá por 1900.