American Apparel nació en los años 90 en Estados Unidos y que, para la sorpresa de la industria, logró un éxito rotundo durante varias décadas, con ropa (la mayoría básicos) de calidad confeccionada en Los Angeles, en un momento en que la mayoría de las empresas trasladaban al extranjero para reducir los costes de producción. Sin embargo, esa satisfacción ha llegado a su fin y la firma cerrará todas sus tiendas en Estados Unidos, tras ser subastada y comprada por la compañía canadiense Gildan Activewear, según informa Los Angeles Times.

Los 88 millones de dólares pagados por parte de Gildan Activewear dejan atrás los más de 20 años de una marca exitosa,que revolucionó la industria de la moda con ropa cómoda y de calidad, fabricada en Los Angeles y, por supuesto, sus polémicas campañas publicitarias libres de prejuicios. La compañía canadiense, cuyo negocio se centra en la fabricación de camisetas con el objetivo de ser serigrafiadas, parece no estar interesada en las 110 tiendas que American Apparel tiene repartidas en Estados Unidos, algo que dejaría sin trabajo a unos 3.500 empleados.

Este es el peor desenlace para los últimos años de American Apparel, en los que la firma ha sido sacudida acusaciones turbulentas hacia su fundador, Dov Charney (que salió de la compañía en 2014). Además, en esta última década, la empresa fue declarada en bancarrota en varias ocasiones y tampoco pudo soportar la competencia de grandes marcas como H&M o Forever 21, que ofrecían un catálogo de ropa similar, pero a precios mucho más baratos.