África Peñalver, el rostro de sangre española a tener en cuenta en las próximas pasarelas

El pasado 3 de julio Rodarte abría la semana de la Alta Costura presentando su prêt-à-porter por primera vez en París; entre auras de paniculata y detalles minuciosamente cuidados, la firma americana consiguió acaparar, con su nueva estrategia, titulares de moda a lo largo y ancho del planeta. Aquí, de fronteras adentro, estos vinieron con un extra de orgullo patrio bajo el brazo: la modelo encargada de cerrar el desfile, enfundada en un diseño rojo de encaje, era española. África Peñalver se alzaba así como el nuevo nombre a poner en el radar, potencialmente seguidora de los pasos de otras maniquíes nacionales de éxito reciente como Blanca Padilla o Steffy Argelich.

Tras Rodarte, otros seis desfiles de costura a sus espaldas en menos de una semana, entre los que no faltaron dos de los más esperados de cada temporada, Chanel y Christian Dior. “Ha sido increíble, jamás imaginé que pudiera hacer tantos desfiles tan pronto. Recuerdo la sensación minutos antes de salir a cada uno de ellos: estaba feliz y enormemente ilusionada”, nos cuenta a través del teléfono días más tarde, con la experiencia todavía a medio digerir.

Siguieron las princesas medievales de Elie Saab, Giambattista Valli o Maison Margiela; en definitiva, algunos de los nombres más importantes de la costura. A sus 17 años esta no era, sin embargo, su primera pasarela internacional: en esta liga se estrenó el pasado mes de febrero en Londres y bajo las órdenes de JW Anderson, quien también diera un gran escaparate a otro de nuestros rostros más codiciados, el de Mayka Merino. “Soy consciente de la suerte que fue debutar con él; me encanta su trabajo y agradezco mucho la oportunidad que me dio”, cuenta a BAZAAR no sin antes recordar también su paso por Prada de la mano de una de las más poderosas de la industria, la mismísima Miuccia Prada: “Fue muy enriquecedor participar en su show de Pre-fall, poder ver cómo trabaja alguien como ella en su propia casa de Milán”.

Su iniciación en el modelaje, cuenta, no fue nada premeditado, “¡salió un poco por casualidad!”, dice divertida, aunque sí que tiene claro que admiraba a Gisele Bündchen incluso antes de saber que la pasarela guardaba un lugar para ella. Ahora, además de a su agencia madre, Carmen Durán, pertenece a Elite Models en París, Milán y Londres, un apoyo que, seguro, hará de su carrera un éxito a largo plazo y no algo temporal que se estanque en esta temporada de desfiles.

Aún así, es consciente de las prioridades a largo plazo: terminar sus estudios en el Liceo Francés de su Valencia natal. “Luego, me gustaría estudiar algo relacionado con el diseño, que me encanta; así tendría un contacto paralelo con la industria de la moda”, comenta demostrando el contacto con el suelo a pesar de su edad.

¿Y cuando queda (algo) de tiempo libre? “Me apasiona el yoga, me encanta dibujar y practico la doma clásica, incluso tengo mi propio caballo. Quizá por eso tengo todavía el gusanillo de trabajar con Hermès por su larga historia de amor con el mundo de la hípica”, confiesa.

Si tuviera que plantearse su vida de aquí a cinco años, querría que fuera manteniendo un nivel estable “y habiendo logrado reforzar una relación estrecha con algunas de las grandes casas de moda”; pero no adelantemos acontecimientos y dejemos que disfrute de este momento tan dulce que son los inicios. Porque, como escribía minutos después de bajarse de la pasarela de Chanel en el Gran Palais, “A veces los sueños se cumplen”.Y tanto que sí…