1971. El escándalo Saint Laurent: la exposición
Una exposición en la Fundación Pierre Bergé YSL de París retoma el pulso del impacto que tuvo la colección inspirada en el estilo de la II Guerra Mundial.
Rue Spontini de París, 29 de enero de 1971. Las mujeres se agolpan entre los salones de la casa fundada por Yves Saint Laurent y Pierre Bergé en aquel mismo lugar diez años atrás. Y sobre la pasarela, una colección diseñada por el modista francés con marcado espíritu retro, inspirada en los años cuarenta. ¿Único fallo? Respondía inequívocamente a una década en la que el norte y oeste de Francia se vieron ocupados por la Alemania nazi hasta el celebérrimo desembarco de Normandía. Ya habían pasado más de 25 años, pero aquellas chaquetas de hombros rectos, los minivestidos drapeados y y un maquillaje ciertamente dramático no hicieron más que abrir una herida que en algún momento Saint Laurent creyó cerrada. Aquella colección titulada como Liberation y bautizada como Scandal desde entonces, serviría como germen de lo que hoy el mundo entiende por moda retro y con el tiempo, esa que algunos describieron como "la colección más fea de París" se convertiría en un antes y un después para el diseñador, pero sobre todo en la evolución de la moda hasta la actualidad. Desde el 19 de marzo hasta el próximo 19 de julio, la exposición Yves Saint Laurent 1971: The Scandal Collection recorre su impacto en la Fundación Pierre Bergé - Yves Saint Laurent de París, y la polémica vuelve con ella al ojo del huracán.
"Creo que incluso la palabra escándalo se queda corta", declaraba Yves en una entrevista a Claude Berthod meses más tarde. El diseñador comparaba la controversia de su colección a la que originó en 1863 el cuadro Olympia de Monet, rechazado por la crítica debido al desnudo realista de la pintura. "No creo que la gente se impresionara por lo que vieron, sino por una cuestión moral". ¿De dónde partía, pues, la indignación por un tiempo que llevaba casi 30 años reposando en la memoria colectiva? Según el director del museo Galliera de París, y comisario de la exposición, Olivier Saillard, "aquel desfile derribó todas los muros entre la alta costura y el prêt-à-porter y relegó el concepto de elegancia a un vestigio del pasado. Además, marcaba un giro en la trayectoria de Yves Saint Laurent, quien además de diseñar ahora quería portar la antorcha de la ambigüedad, y transportaba un mundo ya en extinción hacia otro completamente nuevo para reflejar el espíritu de la generación que estaba por venir".
La exposición YSL 1971: The Scandal Collection recupera prendas como un cortísimo abrigo de zorro verde, otro con pequeños labios estampados en su terciopelo negro y vestidos de escote con bordados en verde lima emulando un corsé, estructurados en el hombro pero sin atisbo alguno de volúmenes dramáticos, enaguas o romanticismo cromático. Aquella colección revisaba otro tiempo, pero al hacerlo de esa manera por primera vez renacía como algo novedoso, tarea ardúa en la moda según el propio Yves reconocía a Berthod. "Desde la silueta péplum hasta las medias, todo se ha hecho y se ha vuelto a hacer cientos de veces. Y la alta costura ya no emite más que nostalgia y restricción. Como si fuera una señora mayor. No me importa si mis vestidos evocan los años cuarenta a ojos del público cultivado. Lo importante es que todas las chicas jóvenes que no vivieron esa época quieren llevarlos hoy".
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