Alternativas a las botas UGG para el frío

El invierno pasado (y el anterior) juraste que no te las volverías a poner ni un sólo día más en lo que te queda de vida. Llevas más de diez años usándolas; tú y el 99% de las mujeres de tu ciudad. Cuando llega el frío –el de verdad, el que te convierte en un protozoo pegado a una mantita-, basta con dar un paseo por Madrid, Londres, París o Albacete para comprobar que las UGGson imbatibles; siguen por todo, sin señales de retirada.

El éxito en occidente de este calzado australiano fue en su momento inesperado y sorprendente. Aquel día de hace más de 10 años, cuando las vimos por primera vez en el escaparate en todos aquellos colores pastel, pensamos que serían flor de una temporada. Al par de semanas, volvías a verlas en la misma vitrina y siempre había alguien que decía, “anda, mira, las botas de Britney Spears”. Y tú pensabas, por dios, yo no caeré en esta tendencia.

Quizá te pudiste resistir tres días o un mes o incluso un par de años antes de claudicar a ellas. Pero si al final picaste, sabes que llevar el mismo zapato todos los días de todos los inviernos de tu vida no puede significar nada bueno. El momento de la superar la adicción a las UGG ha llegado.

Respira profundo; toma aire lentamente por la nariz y suéltalo por la boca.

Inhale, exhale.

Siente como cada centímetro de tu cuerpo se relaja.

Inhale.

Siente la relajación.

Exhale.

Tú sabes que puedes hacerlo. Ahora, pincha lentamente en la galería de fotos que tienes ahí abajo y descubre un mundo nuevo.

Ohm.