Kylie Jenner debería llevar la palabra viral como segundo apellido. Ha vuelto a hacerlo, y ha sido en la mayor cuna de elementos virales del momento: Coachella. La pequeña del clan Kardashian no quiso perderse el festival más cool del momento en su fin de semana de apertura y, en apenas tres días, protagonizó todo un desfile de llamativas y extravagantes tendencias. Pelucas fosforitas, trajes de serpiente... Y un vestido que llamó la atención por encima del resto. ¿Por su diseño? Algo aportaría, pero lo que realmente caló en el público adolescente fue su precio. En cierto es que en la web oficial de la firma, PRETTYLITTLETHING, el vestido se vende por solo 25 libras.

El portal de venta de artículos de moda, Lyst, se encarga de calcular el impacto y la influencia de las celebridades respecto a las firmas que lucen. En este caso, según aseguraron al portal digital Who What Wear, más de 23 mil personas buscaron en la web de Lyst el minivestido color nude, con escote y espalda descubierta que lució Kylie Jenner durante el festival.

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No es la primera vez que ocurre algo de este tipo. Esta obsesión por conseguir las prendas que lucen los rostros más conocidos se ha convertido en algo habitual, y se ha incrementado mucho con el auge de las redes sociales. Dos claros ejemplos de este fenómeno son las nuevas royals, tales como Kate Middleton y Letizia Ortiz, cuyas prendas se hacen virales en cuestión de minutos (más aún si pertenecen a firmas low cost como Zara o Mango). Con modelos e influencers la cosa va más allá; Kendall Jenner, Gigi Hadid o Chiara Ferragni convierten en oro todo lo que visten. Y, sin ir más lejos, el estilismo viral de Gucci que lució Rihanna este fin de semana en el mismo festival, aumentó en un 203% los beneficios del producto.