Ella conquista al mundo.... silenciosamente. Mientras la escena pop se levanta cada día con más hambre de polémica (la “futura” candidatura de Kanye West a ocupar la Casa Blanca o la guerra de gatas propiciada por Nicki Minaj en los MTV Video Awards son algunos ejemplos), Beyoncé cumple años acaparando la atención sin pronunciar ni una sola palabra. Según apuntaba el New York Times hace unos días, la cantante de Houston (1981) es la única celebrity en portada que no ha concedido ninguna entrevista en los últimos cinco años. Ni protagonizar el número de septiembre de Vogue USA fue razón de peso,algo insólito cuando Michelle Obama respondió a las preguntas de dicha cabecera como portada en abril del 2013. Desde ese año, Beyoncé no contesta ninguna pregunta directa a ningún medio.
La gran pelea del año entre su hermana Solange Knowles y Jay-Z tras la Gala del Met 2014, tampoco alteró su silencio mediático. “Los famosos cada vez son más avispados y saben que pueden recurrir a su propio canal de comunicación. Sólo necesitan hacerlo público en su cuenta de Instagram”, apunta Jesse Parker Stowell, vicepresidente de la agencia de marketing de Full Picture que representa a talentos de alto standing como Heidi Klum o Adriana Lima. Y es que con una cuenta de Instagram que asciende a 44,6 millones de seguidores, pocas palabras bastan. En su perfil, retrata una vida tan perfecta que vislumbra un protocolo de imagen en cubierto. Cuidados posados junto a Riccardo Tisci, retratos bucólicos en familia o adorables #tbt con Solange distan mucho de perfiles más espontáneos como el de Cara Delevingne o Miley Cyrus.
Ese manejo exacto de las redes sociales es un capítulo más en la vida de una mujer que recolecta multitud de seguidores con cada paso. A principios de año, el blog Life + Time que edita su marido Jay-Z daba la noticia de su conversión al mundo vegano coincidiendo con el lanzamiento de su nuevo proyecto empresarial 22 Days Nutrition. Beyoncé, que tan duras críticas había recibido de PETA por el traje de Rubin Singer que lució en la Super Bowl de 2013 , es ahora encumbrada por la misma organización como un ejemplo a seguir.“Deberíamos invertir más tiempo queriéndonos a nosotros mismos, lo que implica una dieta más sana”, comunicó vía mail sobre su nuevo estilo de vida.
Pero el universo Beyoncé no ha sido siempre de color de rosa. Durante su niñez, participó en multitud de concursos de baile antes de saltar a la fama como vocalista del grupo Destiny’s Child. Fue su padre, Mathew Knowles, quien vio en Girls Tyme, el dueto que formaba junto a LaTavia Roberson, una posible mina de oro. Una frase de la Biblia inspiró a su madre a rebautizarlas como “las niñas del destino”. Y no iba desencaminada. En 25 años han conseguido 10 premios Grammy y más de 60 millones de copias vendidas. Pero el éxito vino acompañado de su etapa personal más dura hasta la fecha. En 2000, una fuerte depresión motivada por la ruptura con su novio de la adolescencia y la salida deLaTivia Roberson y LeToya Luckett del grupo, hizo que Beyoncé no saliera de su casa durante casi dos años. “No comía, me quedaba sola en mi habitación. Era famosa pero me sentía muy sola, me preguntaba... ¿quién era yo ?¿Quiénes eran mis amigos? Mi vida no era la misma”, declaró para la revista Parade tras su recuperación.Fue entonces cuando el mito se convirtió en realidad.
Su carrera en solitario supuso el perfecto antídoto. Además de cinco álbumes y hits como Crazy in Love o Singles Ladies, Beyoncé rehizo su vida personal junto a Jay-Z y probó suerte en el cine con bastante éxito, alzándose con un Globo de Oro por la película DreamGirls. Tras el nacimiento de Blue Yvy dos años más tarde, Beyoncé depuró su imagen pública con nuevos registros: Ocupa el puesto 21 en la lista Forbes de las mujeres más influyentes del mundo y su voz se alza con fuerza contra la misoginia. La campaña que realizó junto a Chimamanda Ngozi con motivo de su último álbum Beyoncé, hizo que el feminismo se convirtiera en un fenómeno viral sin precedentes. Sin olvidarnos de su labor filantrópica. La protagonista de Cadillac Records, donó su sueldo íntegro a la Phoenix House,la red de centros de rehabilitación de su país, tras el rodaje de la película. ¿Cómo no va a caer bien a todo el mundo?
Diseñadores de culto para un armario sexy sin resultar vulgar. Un concepto fácil en teoría pero difícil de ejecutar; Beyoncé ha necesitado más de una década en conseguirlo. Aunque los vestidos ceñidos siguen siendo su prenda más reconocible, en los últimos años ha madurado otros registros con éxito. Nos sorprendió envuelta en lujo deportivo para asistir al desfile Métiers d'Art Paris-Salzburg 2014 que celebró la maison Chanel; o defendiendo un mini vestido retro de Gucci para una gala benéfica en Londres. Y personifica como nadie ese concepto de sensualidad sofisticada impartida por su amigo Tom Ford. Tanto, que el diseñador también texano no dudó en pedirla que desfilara para su colección primavera/verano 2011. Roberto Cavalli, Elie Saab y Givenchy, suelen firmar sus looks más fotografiados sobre la alfombra roja y tras su alterego Sasha Fierce sobre un escenario. Uno de los mas comentados, el vestido cascada con estampado oriental para la gala del Met 2014 firmado por su amigo Riccardo Tisci. Pero el último gran descubrimiento ha sido su papel como referente del street style, abrazando las tendencias sobre curvas reales. La futura mamá ha sabido defender con nota un croptop sin tener la talla 8, sumarse a la fiebre boho impartida por Chloé o incluso vestir sus pies de sobre con unas Converse All Star. Su evolución es brillante: menos obviedad y más estilo sin renunciar a su sensualidad (los escotes siguen siendo sus mejores amigos). Felicidades, Beyoncé.
