Quien acusa a la Reina Letizia de pasarse con el low cost, se quivoca. Aunque este verano doña Letizia parece repetir como un mantra eso de reciclar prendas de otras temporadas para dar forma a los estilismos del día a día, también tiene caprichos que de vez en cuando saca del armario.
Los pendientes son uno de sus must y por ello, no es raro verla con diseños nuevos. Hoy ha acudido a visitar el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, y para la cita ha vuelto a llevar los pendientes que estrenó el pasado mes de junio, de la firma española Gold&Roses. Se trata de un modelo de oro blanco y diamantes, inspirados en las dagas de los guerreros árabes, cuyo precio es de 1.985 euros y que aún se pueden adquirir en la web de la firma. "Un viaje a Marrakech desencadena esta colección de joyas con formas novedosas y elegantes que evocan un paseo por esta ciudad llena de exotismo y misterio", cuentan sobre la colección.
Esta firma fue creada en 2014 por dos españolas que ya venían del mundo de la joyería, Sonia Ruiz y Hannah Rodríguez. La primera fue responsable de diseño de Aristocrazy y la segunda, responsable de joyería de Shanghai Tang. Ambas decidieron dar un giro a su vida, arriesgarse y crear su propia empresa joyera bajo una premisa: crear piezas únicamente elaboradas a mano con oro de 18 kts y piedras preciosas naturales. "Construímos nuestra historia con pequeños e inolvidables recuerdos, gracias a las joyas de Gold&Roses volvemos a revivirlos", explican sus fundadoras.
La apuesta de Sonia y Hannah salió bien, y no solo porque doña Letizia sea una de sus clientas, sino porque actualmente las joyas de Gold&Roses se venden también en Rusia, Japón, Lituania, Alemania y Kazajistán.
Aunque en cuestión de ropa el made in Spain de doña Letizia se reduce a un par de diseñadores, por no decir solo a Varela, en complementos la cosa cambia. Bolsos, zapatos y joyería sí suelen llevar sello español o, por lo menos, lo es al 50%. Un detalle que los respectivos sectores agradecen por la visibilidad que ello conlleva.