Si hay una estrella mediática en los Premios Princesas de Asturias, esa es la Reina. Sí, lo normal sería que lo fueran los premiados pero en realidad es ella quien acapara todos los flashes y titulares. Por tanto, esta noche todos los ojos estban puestos en ella a su llegada al primer acto de la celebración de estos galardones.
El Rey y doña Letizia han acudido al XXVI concierto Premios Princesa de Asturias, en el Auditorio Palacio de Congresos Príncipe Felipe de Oviedo, para dar el pistoletazo de salida a los distintos eventos que se sucederán durante los próximos días.
Para acudir a este acto, doña Letizia ha elegido un favorecedor diseño de Felipe Varela en azul noche, con una silueta que se aleja de lo que suele ser habitual en el modisto. Se trata de un diseño ceñido al torso, con una falda plisada que cobra volumen pasadas las caderas. La Reina vuelve así a quien fuera su modisto de cabecera durante muchos años y a quien, sin embargo, parecía tener relegado a un segundo puesto en los últimos meses en favor de Carolina Herrera, Nina Ricci o Hugo Boss.
Pero si algo ha destacado en este look han sido las joyas y los complementos. Letizia ha lucido unos pendientes de su joyero personal, realizados en oro blanco y topacios, de la firma Yanes. En su muñeca izquierda, la Reina ha llevado las espectaculares pulseras gemelas de Cartier que pertenecieron a la reina Victoria Eugenia. Como complemento más llamativo, un bolso vintage de Tods con cierre de pedrería.
En cuanto a su look beauty, tampoco ha pasado desapercibido. En esta ocasión, Letizia ha optado por recoger su melena en una coleta media con raya marcada a un lado y ha potenciado su mirada sombreando los párpados superior e inferior con un tono marrón y eyeliner negro. Sin duda, un potente estilismo, muy aplaudido entre el público.
