Cualquier seguidor de Oto Vans que vea el último estilismo de Kendall Jenner, posiblemente no pueda más que pensar en una de esas frases tan famosas del youtuber: "¡¿Qué la pasa?!". Sin miedo a la vida en general y al ojo crítico de Instagram en particular, la modelo se paseó ayer por Nueva York haciendo algo complicado del estampado más recurrente de la moda, las flores.

Pero, claro, siendo una de las caras más visibles del 'klan' Kardashian-Jenner, Kendall no iba a ser menos. Así que sacó todas sus armas familiares a relucir y montó el look: unos jeans cortados a mitad del muslo (como las mallas de ciclista que volvió a poner de moda su hermana), unas sandalias de tiras finas, fucsias y de tacón kilométrico, riñonera de Louis Vuitton y gafas XS ovaladas. Coronando el look, un top de flores semitransparente, con cuello ligeramente elegado y manga larga que, ojo, se engancha en la mano como si fuera un mitón. La manicura, puestos a dar detalles, en azul celeste.

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Kendall Jenner, como Álex Ubago, sin miedo a nada (al menos en lo que a tendencias se refiere) © Getty Images.
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© Getty Images.

Cierto es que las elecciones de Kendall Jenner no suelen ser discretas; normalmente, apuesta por tendencias de los noventa y dosmil como su amiga Bella Hadid, pero siempre rebajadas con algún elemento algo más sencillo que rebaje excentridad al look. Esta vez, llevando las flores al extremo en su versión más complicada, ha demostrado que -como bien le viene en la sangre- no tiene miedo a ninguna de las locuras de la moda que se le pongan por delante.