Irina Shayk y su conquista del mundo a través de Instagram
La raza modelo existe. Sino, miren a Irina Shayk ¿Quién no repararía en ella? La top rusa, nueva portavoz global del Grupo L'Oreal y portada del número de diciembre de HARPER'S BAZAAR España, se revaloriza a cada imagen que comparte en Instagram. Repasamos su aventura.
La raza modelo existe. Sino, miren a Irina Shayk ¿Quién no repararía en ella? La top rusa, nueva portavoz global del Grupo L'Oreal y portada del número de diciembre de HARPER'S BAZAAR España, se revaloriza a cada imagen que comparte en Instagram. Repasamos su aventura.
Irina perdió a su padre cuando tenía 14 años. Con 19, al tiempo que abandonaba Yemanzhelinsk, su ciudad natal, su hermana se quedaba embarazada siendo muy joven. Shayk sabía que su familia necesitaba dinero así que decidió asumir el riesgo: Buscaría trabajo en el extranjero. Su primera parada fue París. “No sabía decir una sola palabra en francés”, rememora.
De modestas raíces. “Nací en un pueblecito de Rusia. Mi padre era minero, trabajaba en una mina de carbón; mi madre profesora de música (…) Nunca tuvimos demasiado dinero. Cuando murió mi padre, mi madre buscó dos trabajos y mi hermana y yo ayudábamos en el hospital local para sacar un dinero extra”.
De Dudzeele, aristócrata francesa y estilista –primer contacto importante de Shayk en París–, le dio la oportunidad de trabajar con Mario Testino, hecho que cambió por completo el transcurso de los acontecimientos. Después De Dudzeele y Testino vinieron Carine Roitfeld y Riccardo Tisci. Mientras, la cotización de Irina Shayk sólo hacía que ascender.
Desde entonces no ha parado. Sus exuberantes facciones han aparecido en campañas de Intimissimi, Guess, Lacoste, La Perla y, más recientemente, L’Oreal. También ha sido portada de numerosas publicaciones. Hoy Shayk hace las veces de maniquí, actriz y diseñadora –ha creado varias colecciones de ropa de baño en colaboración con Beach Bunny–.
¿Lo próximo? Cerrar el 2015 de HARPER’S BAZAAR España. Irina es una mujer con carácter; un icono de moda que ejemplifica la mujer fuerte y robusta a la que esta cabecera se dirige. Un blasón de nuestro tiempo e industria.
Instagram, red social en la que amasa cerca de 5 millones de seguidores, da buena cuenta de su poder.
Irina Shayk, la belleza rusa que hizo suspirar a Cristiano Ronaldo durante cinco años y que hoy comparte proyectos de futuro junto al actor Bradley Cooper, demuestra día a día (e imagen a imagen) que el ascenso en su carrera y el valor de su marca son fruto del esfuerzo y la ambición.
Con tan sólo 29 años, cotiza unos beneficios anuales de cuatro millones de euros.
Shayk es dueña de unas medidas de vértigo: 1,78 cm de altura y un peso de 58 kilos. "No creo en la cirugía plástica. Considero que las mujeres han de estar enamoradas de sus propios cuerpos y que todo es cuestión de tener seguridad en una misma", compartía en julio con XL Semanal. "Cuando estoy trabajando en una sesión fotográfica, me digo que estoy orgullosa de mi cuerpo y que no tengo reparo en mostrarlo".
El pilates, el boxeo y el running, sus aliados.
El pasado 28 de octubre Irina confirmaba su alianza con el Grupo L'Oreal como su nueva portavoz global. El estreno de Shayk en L'Oréal no supone su primer contrato cosmético. Ese honor queda reservado para Avon, popular firma de venta por catálogo con la que colabora ininterrumpidamente desde 2012.
“(Shayk) Es una de las grandes, lo es desde antes de que conociese a Cristiano”, advertía no hace mucho Gael Marie, su representante, a El País. “En este tiempo hemos trabajado para separar su carrera profesional de sus relaciones personales (...) No quiere que se la conozca por ser 'la novia de' sino por su trabajo”.
En 2014 hizo cine por primera vez. Interpretó a Megara en la énesima adaptación del mito griego Hércules. Shayk, no obstante, ya había coqueteado con la actuación en varios vídeos musicales y anuncios publicitarios. En ‘Power’, de Kanye West, aparece como musa alada. También dio que hablar el spot que rodó Penélope Cruz con la top rusa y Miguel Ángel Silvestre para la firma de ropa interior Agent Provocateur.
Sólo los más frikis conocerán de la incursión de Shayk en el mundo de los videojuegos. En Need For Speed: The Run (2011) uno de los personajes femeninos está basado en Irina. Su valor, al parecer, también se mide en bits.
Shayk nunca se olvida de su casa materna –“el lugar en el que me siento completamente feliz”– ni de su familia. Sobre todo de sus dos abuelas, recurrentemente retratadas vía Instagram. “A ambas les han tocado vidas difíciles pero tienen una personalidad increíble y nunca les ha vencido la adversidad”, escribe.
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