Harper's BAZAAR participa en varios programas de afiliación de marketing, lo que significa que Harper's BAZAAR recibe comisiones de las compras hechas a través de los links a sitios de los vendedores.
49 años de insolencia. Felicidades, Kate Moss
Se hizo un hueco cuando aún reinaban las grandes tops de los 90, y con su cuerpo delgado y menudo abrió la brecha a toda una nueva generación de maniquíes. Repasamos la vida en imágenes de 'La Amazona' de Croydon.
- Todas las campañas publicitarias de moda y belleza de 2023
- De Karlie Kloss a Lila Moss, 14 reconocidas modelos protagonizan el Calendario Pirelli 2023
- Kate Moss, de rosa para la nueva campaña de Marc Jacobs
Katherine Ann Moss –Kate para el mundo entero– nació en Croydon el 16 de enero de 1974. Desde entonces, y ya van 49, ha pasado más tiempo delante de las cámaras que detrás. Y lo curioso del caso es que ha conseguido llegar a los más alto (y mantenerse) sin apenas mediar palabra; doble pirueta mortal. Pocas descripciones de Moss son tan acertadas como la que dio Guy Trebay en The New York Times: la Garbo de la moda. Porque el mito de la chica rebelde –e infinitamente bella– ha ido creciendo solo, sin declaraciones ni demasiadas entrevistas.
Su físico no es propiamente el que se le presupone a una gran top model; al menos no a una de las grandes divas de la pasarela en los 90, cuando la perfección en las medidas era un menester de obligado cumplimiento para una maniquí. Más bajita, más delgada y con unos (infrecuentes) brazos más contundentes que el resto de sus compañeras, Moss dio al traste con tanta belleza ideal y abrió la puerta a nuevos cánones. Para cuando la subversión del heroin-chic gozaba de la mejor publicidad, ella estaba ahí; justo en el centro de la diana. Se mantuvo como referente de las pasarelas para el cambio de siglo, y empezó los 2000 como una caja de Pandora de las tendencias. Con una inclinación (malsana o no, eso depende del tono de quien haga la lectura) por la libertad, el punk y la vida al límite, “Kate Moss conserva ese aura como de animal, de espíritu libre”– en palabras del fotógrafo Jurgen Teller.
Su rostro es irregular, imperfecto, con una nariz torcida y los dientes desordenados, los ojos desiguales y muy rasgados y los pómulos tan prominentes acentúan su quijada afilada. En cambio ella para, posa, mira fijo a la cámara y se obra el milagro. Fue descubierta por Corinne Day y pronto aupada al estrellato por Calvin Klein, Alexander McQueen y John Galliano la situaron como la joya de sus desfiles, cerró la década de los 2000 con las mejores campañas de publicidad tras el escándalo con la cocaína. La profesión al unísono está rendida a sus pies, desde fotógrafos a editores todos suspiran por una sesión con la díscola maniquí británica.
Madre de Lila Grace Moss–hija de su relación con el editor Jefferson Kack y quien ha heredado su amor por la moda– fue la novia de Mario Sorrenti, Johnny Depp, Pete Doherty y la esposa de Jamie Hince. Desde 2015 mantiene una relación con Nikolai von Bismarck.
Ahora cumple 49 en uno de los mejores momentos de su carrera, tras convertirse en imagen de Zara el pasado verano y recientemente de Marc Jacobs, así como de ocupar las páginas del popular Calendario Pirelli 2023, y todo apunta a que aún queda Kate para rato.
VER VÍDEO
Giambattista Valli conquista Barcelona
Las sandalias planas con anillo que arrasarán
Bazaar Women in art: Tita, Carmen, La Baronesa
La falda de Zara que Carolina de Mónaco adelantó