21 pruebas que demuestran que Blake Lively es la persona más feliz del planeta
Blake Lively y esa gran sonrisa a todas horas.
En palabras del propio Karl Lagerfeld, Blake Lively es la auténtica ‘american dream girl’ por excelencia. Una ensoñación de aparente vida perfecta sólo a la altura de las mejores épocas del star system de Hollywood. La aparente vida perfecta de las altas élites como evolución más clara del Gatsby de Fitzgerald, María Antonieta o su más directa inspiración: Las amistades peligrosas de Pierre Chordelos, que ya había sido adaptada al cine –en formato adolescente– con Crueles intenciones (1999).
Ha llegado el momento en el que Blake Lively no sólo se ha comido a su personaje más aplaudido en la ficción, sino que Serena Van Der Woodsen es real. De 2007 a 2012 Gossip Girl, a pesar de sus altibajos de calidad, estaba dotando a Lively de un aura de estrella que bien ha sabido aprovechar en campañas de publicidad y magnetismo con las cámaras en las alfombras rojas.
No sorprenden tanto las declaraciones de Josh Schwartz –productor y guionista de la serie– en el número de mayo de 2008 de la revista Nylon: “Cuando Blake llega, todos giran sus cabezas”. Por eso, y entre otras cosas, nos hemos visto obligados a repasar la llamativa felicidad constante en la vida social de la actriz que jamás deja de sonreír, donde sea, con quien sea o lo que sea que esté haciendo. Un fuerte aplauso a Blake Lively, la mujer más feliz del planeta.
Blake Lively, feliz al llegar a cualquier sitio
En esta imagen, por ejemplo, Blake estaba feliz de que cientos de fotógrafos tomasen instantáneas de su espalda durante el festival de Cannes de 2014.
Blake Lively, feliz con un poncho de franela
Aquella mañana de octubre en la que asomaba el sol por encima de los rascacielos de Nueva York, y todos los transeúntes vestían de manga corta, Blake decidió que era buena idea ponerse un poncho de franela. Y qué feliz estaba.
Blake Lively, feliz al encontrarse a la valiente que se enfrentó a Jay-Z
Las consecuencias psicológicas y sociales del grave altercado de aquel ascensor, después de la gala del Met de 2014, mantuvo en vilo a medio mundo. A Blake le hizo feliz conocer la versión de la atacante, Solange.
Blake Lively, feliz de conocer Beyoncé
A Blake también le interesó conocer el testimonio de la principal testigo. Y por lo visto les hizo mucha gracia recordar los hechos.
Blake Lively, feliz en la Tomatina
Pero no la de Buñol. Hace pocas semanas Blake publicaba en su cuenta de Instagram fotos del rodaje en Barcelona de su próxima película, All I See Is You. Y aunque dejaba claro que su teléfono había muerto, su felicidad, por lo visto, no.
Blake Lively, feliz en un 'front row'
Sea cual sea el chiste, Blake siempre es la que más se ríe. Aquí podemos ver cómo las actrices Freida Pinto y Rose Byrne se ríen contenidamente, ante la presencia de una cámara amenazante, mientras Blake tiene la mandíbula desencajada. Y qué feliz fue esperando el desfile de Michael Kors en la Mercedes-Benz Fashion Week de Nueva York.
Blake Lively, feliz después del desfile
Aquella vez Blake Lively fue corriendo a contarle a su amigo Michael Kors lo bien que se lo había pasado en su desfile.
Blake Lively, feliz haciéndose un selfie
Aquella jornada en la Fashion Week dio para mucho en la vida de Blake. Y qué feliz fue haciéndose un selfie con una funda-tarjetero.
Blake Lively, feliz en Broadway
Celebró su primer aniversario junto a Ryan Reynolds viendo la adaptación musical del Big Fish de Tim Burton. Y qué feliz estaba.
Blake Lively, feliz intentando imitar a Sharon Stone en ‘Instinto básico’
Siempre hay que comprobar el tamaño del plano.
Blake Lively, feliz sin una correa para el perro
Aquel día en el que su asistente personal olvidó la correa del perro en casa, Blake decidió coger el toro por los cuernos y llevar a su mascota en sus propios brazos. Y qué feliz fue sintiendo el calor de la pequeña Penny en su regazo.
Blake Lively, feliz disfrazada de Carrie Bradshaw
En 2011 Blake ya sonó como fuerte candidata para protagonizar una precuela de las películas de Sexo en Nueva York, que estarían basadas en la última novela de Candance Bushnell The Carrie Diaries. Pero aunque todo quedase en el aire, Blake siguió feliz.
Blake Lively, feliz con un lanzallamas
Blake no duda en ir a por todas, el uso del lanzallamas en la repostería es muy efectivo para que los cupcakes parezcan recién salidos del horno.
Blake Lively, feliz con su emplatado de 'cupcakes'
Alguien ha visto muchos programas de MasterChef.
Blake, feliz hasta en reuniones de viejas amigas
Atrás quedan ya los veranos de adolescencia en los que el intercambio por correo de unos pantalones vaqueros con su grupo de amigas era el máximo entretenimiento. Uno para todas fue su primera película.
Blake Lively, feliz perdiendo taxis
Carrie Bradshaw nos enseñó que encontrar un taxi libre en Nueva York sólo es para expertos en la materia. Pero Blake no es Carrie. Y Blake siguió siendo feliz.
Blake Lively, feliz saliendo de un taxi
Y enseña al mundo que encontró ese taxi a través de la app de Hailo. Blake es una chica con recursos.
Blake Lively, feliz sin carro de la compra en el supermercado
Sus saltos de alegría la delataron ese día que se adentró en el supermercado pensando en comprar una cosa y llegó a la caja con los brazos hasta arriba.
Blake Lively, feliz con su libro para cocinar con amor
Cómo alimentar a un hombre, de la autora británica Stasha, es considerado un libro tan sexy como sexista. Pero Blake es feliz porque sabe lo importante que es una buena cena romántica.
Blake Lively, feliz de estar siempre tan feliz
En el preestreno de la película de animación Los Croods, en la que Ryan Reynolds pone voz a uno de los protagonistas, Blake sintió tanta felicidad que su sonrisa le cerraba los ojos hasta el punto de perder visibilidad.
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