Skip to Content

Harper's BAZAAR participa en varios programas de afiliación de marketing, lo que significa que Harper's BAZAAR recibe comisiones de las compras hechas a través de los links a sitios de los vendedores.

Estas 10 claves resumen todo lo que necesitas saber sobre Balmain

En activo desde octubre de 1945, la casa Balmain sigue fiel al espíritu de su fundador: la moda es una fiesta, y nadie como esta marca para vestirla. Cada uno de los nombres que ha tomado las riendas de la 'maison' ha perseguido el lema del señor Pierre: "Prefiero hacer dinero que historia".

Por Vicente Benavent
Social group, People, Fun, Event, Team, Family, pinterest
El diseñador Pierre Balmain, rodeado de modelos en la década de los 50. © Getty Images

A día de hoy Balmain es sinónimo de celebrities con mini-vestidos de cuero, likes y posts en Instagram. Hace unos años lo fue de precios desorbitados, mucho rock y lentejuela. Antes, en los noventa, de exquisitas damas que se vestían de gala para la noche. E incluso antes, en los ochenta, de señoras mundanas envueltas en terciopelos negros para fiestas infinitas. Y así llegamos a octubre de 1945, cuando Pierre Balmain presentó la primera colección en sus talleres del 44 de la rue François Première: una colección de debut que fue un éxito rotundo, con propuestas para el día pero muchas más para la noche. París era una fiesta en manos de Pierre Balmain, y lo ha seguido siendo con cada uno de los diseñadores que le han sucedido bajo su apellido; porque puede –y así lo han hecho saber las críticas más feroces– que poco o nada tenga que ver el trabajo de los sucesores con el legado del fundador; pero el espíritu jovial, bullicioso y vivaracho no se ha despegado jamás de la casa. Tras pasar por varias manos, ahora es propiedad de Mayhoola y sus planes más inminentes pasan por abrir más tiendas y expandir el negocio. Esperemos que a ritmo de fiesta.

La retranca del marketing: el videoclip para la canción Wolves de Kanye West –con Kim Kardashian, Joan Smalls y Jon Kortajarena en el reparto– sirvió para presentar la colección de otoño/invierno de 2016 de Balmain.

1, Pierre Balmain

Photograph, Retro style, Beauty, Shoulder, Black-and-white, Hairstyle, Monochrome photography, Dress, Fashion, Monochrome,

Pierre Alexandre Claudius Balmain nació en mayo de 1914, en Saint Jean de Maurienne (en la región de la Savoya francesa). Su madre regentaba una boutique de modas y su padre se dedicaba al negocio de telas, por lo que el niño bien pronto sintió la llamada de la costura.

Siendo aún muy niño –con sólo 7 años– Pierre vivió su primera "ducha de realidad": fallido el padre, su madre y él descubrieron que el negocio paterno estaba en la bancarrota. Solucionaron los problemas financieros y Pierre puso rumbo a París a estudiar arquitectura, dijo (para tranquilizar a su madre, claro). Pronto empezó el devaneo por las casas de moda hasta que fue aceptado como pasante y aprendiz en Molyneux, de quien diría después que era "ese inglés elegante y distante que sostuvo la moda en la palma de su mano durante los años 30".

En el 36 interrumpió su actividad para cumplir con el servicio militar, pero de regreso en París volvió a la carga: esta vez en los talleres de Lucien Lelong. Allí conoció a otro joven aprendiz, de nombre Christian Dior. Las relaciones se dieron bien entre ambos, hasta que Pierre Balmain decidió instalarse en solitario y Dior declinó la oferta de asistente que en principio había aceptado. Consecuencia: la enemistad fue pública y notoria.

Ya por fin, el 12 de octubre de 1945 Pierre Balmain abrió taller y presentó su colección en la rue François 1er. El éxito fue rotundo.

2, El legado

Gown, Wedding dress, Clothing, Dress, Fashion model, Bridal party dress, Carpet, Bridal clothing, Shoulder, Bride,

El magnífico Cecil Beaton dijo que era "la nueva sensación de París", y Gertrude Stein y Alice B. Toklas alabaron su talento desde el minuto 0. Balmain prefirió hacer dinero que crear escuela, pero en materia de negocio se vio agua al cuello cuando empezó a rodar la empresa. Las amistades adecuadas –entre ellos, el presidente de Barclay's en París– le ayudaron a ajustar los pormenores, y con las ruedas bien engrasadas la casa Balmain empezó a rodar.

Pierre Balmain hizo en su día (y lo hizo perfecto) lo que después hicieron diseñadores de la talla de Valentino Garavani: vestir a las acaudaladas señoras del momento. Una mordaz Cocó Chanel le lazó una buena pulla, "en fin, las ricas provincianas también se tienen que vestir". Pero a Pierre le resbaló aquel dardo y trabó una amistad íntima con todas las modelos, actrices y clientas a las que vistió.

3, La primera sucesión

Photograph, Black-and-white, Monochrome, Event, Monochrome photography, Vintage clothing, Style, Formal wear, Crowd,

El año 1949, Pierre Balmain abrió oficinas en NuevaYork, con la intención de establecer una red de prêt-à-porter para las clientas norteamericanas. Una vez más: Balmain estaba interesado en hacer dinero, no historia.

La casa había sentado cátedra desde su primera colección (en 1945). Había una justa selección de vestidos de día, una escueta propuesta con diseños de tarde. En cambio, la colección ya contaba con un derroche en vestidos de cóctel y una exageración de vestidos de noche. Si París era una fiesta, Balmain vestía a todas las invitadas.

Publicidad - Sigue leyendo debajo

4, La casa sin el fundador

Fashion model, Fashion show, Runway, Fashion, Clothing, Shoulder, Event, Beauty, Fashion design, Model,

El creador falleció en 1982 y el primero en sucederle en el cargo fue Erik Mortensen, un diseñador nacido en un pueblecito cerca de Copenhague (Frederikshavn) que entró en una casa y en otra hasta que puso los pies en Balmain con 22 años, en 1947. Y de allí ya no se movió hasta 1990, cuando salió en dirección Jean-Louis Scherrer.

De su paso cabe destacar el apego que le tuvo al terciopelo negro, tan aristocrático y decadente; sin duda "el signo de los tiempos". De los ricos tiempos, porque los 80 fueron opulencia y dress for success, por lo que Mortensen le dio el armario ad hoc a las clientas sedientas de noches mundanas.

5, Óscar de la Renta

Suit, Design, Room, Fashion design, White-collar worker, Interior design, Tailor, Management, Job,

Entre Mortensen y de la Renta pasaron por la casa Alistair Blair y Hervé Pierre. Ambos estuvieron poco tiempo, tratando de reproducir el espíritu Balmain sin demasiado éxito: sus gustos eran (demasiado) recargados para la maison. Y entonces llegó él, el primer americano en pisar la casa francesa: Óscar de la Renta.

Suzy Menkes reogía en un artículo para The New York Times del año 91, que el señor de la Renta aún no lo tenía claro, no sabía qué iba a hacer, si dejar en Nueva York a su familia, o dejar de considerar la idea de ir a París. El final de la historia se conoce. Y el puertorriqueño se trajo a la capital del Sena a sus poderosas clientas neoyorquinas.

Óscar se lanzó a la conquista de París aún a riesgo de una gran debacle, porque si algo no ofrecía Balmain era seguridad. La empresa –hasta el momento propiedad de Alain Chevalier– fue vendida a finales de los 80 por un precio muy bajo. Y volvió a las manos de donde había salido algunas décadas antes, al empresario canadiense Erich Fayer.

6, Los años 90

Fashion show, Fashion model, Runway, Fashion, Clothing, Fashion design, Shoulder, Dress, Haute couture, Event,

El paso de Óscar de la Renta por Balmain surtió a las mujeres del armario que pedía el momento: grandes vestidos para jet-setters que vivían de fiesta en fiesta por el mundo. Encajes, terciopelos, bordados de flores en hilo de oro y cuellos barca con remates de pieles. Exactamente lo que el imaginario colectivo entiende por una mujer sofisticada de los años 90.

Publicidad - Sigue leyendo debajo

7, Christophe Decarnin

Fashion model, Fashion, Clothing, Jeans, Runway, Leather, Fashion show, Denim, Model, Human,

La llegada de Christophe Decarnin supuso un gran cataclismo para la casa Balmain. Un antes y un después también en la moda. El torbellino revolucionario más grande de los que haya sufrido una firma de moda en tiempo reciente. De 0 a 100 (mil) en sólo 6 años, 4 de ellos como director creativo.

Christophe Decarnin había pasado por los talleres de Paco Rabanne a finales de los 90 y entró en Balmain en 2005, a los 42 años. Su trabajó obligó al posicionamiento desde el principio; amar u odiar. Y eso que su talante no gozó de muchas simpatías en su carta de presentación: "es tan hablador como un monje de clausura" dijo de él Harper's Bazaar, o la siempre incisiva Cathy Horyn lo describió como "descolorido y vergonzoso".

Pero su estrategia fue magistral, le pese a quien le pese: elevó los precios a la estratosfera; y pálidos de incredulidad los seguidores se triplicaban por minuto en cada rincón del Planeta.

Arqueó cejas, abrió bocas y dejó petrificados a los asistentes congregados en sus desfiles. "Sus vestidos son incluso demasiado cortos como para llamarlos vestidos" dijo Cathy Horyn en The New York Times; "no entiendo qué tiene que ver esto con el legado de la casa" sentenció Nicole Phelps en la crónica de sus primeros desfiles. Pero el mundo hizo oídos sordos a las críticas y se lanzó a sus brazos con un fervor nunca antes visto. La 'Balmania' había empezado.

8, La 'Balmainia'

Fashion model, Fashion show, Runway, Fashion, Clothing, Shoulder, Fashion design, Public event, Event, Human,

Camisetas rotas y agujereadas a 1.000 £, vestidos –en los límites justos del decoro entre el pecho y la ingle– a 15.000 £, etc. Aquello era el no va más, pero Decarnin le habló a una despampanante mujeraburrida de contar billetes con una vida nocturna muy activa. Y esta le escuchó.

Su tructo, y le funcionó (vaya si le funcionó) fue encarecer sobremanera las prendas, con unas cifras desorbitadas. Daba igual la calidad, los acabados o la artesanía; todos esos vocablos habían desaparecido del discurso. El quid estaba en "poder" comprar la marca. Nada más (ni nada menos).

Nadie estaba haciendo moda de tan alto voltaje, y Decarnin encontró su nicho de mercado. Mientras otros colegas perdían fuerza tratando de explicar colecciones sesudas, Christophe Decarnin presentaba colecciones fáciles, que todo el mundo podía entender. Un concierto de rock en una sala underground, el lamé de tacto grasiento pegándose al cuerpo y los colores de un safari con el brillo de las lentejuelas. Marcó hombros y ciñó pantalones; Christophe Decarnin visitó el final de la primera década de los años 2000.

9, Olivier Rousteing

Fashion model, Runway, Fashion show, Fashion, Human, Public event, Footwear, Event, Fashion design, Jeans,

En febrero de 2011 se presentó al mundo el nuevo mesías en la casa Balmain. Decarnin no soportó la presión y estalló, y una cara morena de gruesos labios le vino a suceder. Hijo de su tiempo, Olivier Rousteing ya cuenta con un lustro al frente de Balmain y ha golpe de Instagram y en compañía de su "armada" de chicas ha dejado claro por donde van ahora los tiros.

Por resumirlo rápido y de forma concisa, él es el diseñador que se lleva sí o sí cada temporada el adjetivo de "sexy". Su silueta se basa en una piernas infinitas que terminan en una cinturita donde bascula un pecho turgente y desafiante; así de claro, Rousteing viste a la chica de cuerpo 10. Por eso no faltan ángeles (de Victoria Secret, se entiende) y modelos que quitan el hipo sobre su pasarela.

Con Olivier Rousteing París sigue siendo una fiesta, y su "gang" y su "army" dan buena cuenta de ello en redes. En un momento en que la fama se mide el "likes", a Balmain no hay quien le chiste.

Publicidad - Sigue leyendo debajo

10, Balmain Army

Fashion show, Fashion model, Fashion, Runway, Clothing, Fashion design, Public event, Footwear, Event, Shoulder,

Para Olivier Rousteing los 80 son de vital importancia, una fuente inagotable de recursos. El hombro exagerado, la falda bien corta, el pantalón harem o el cinturón XXL por fuera de la chaqueta. Son las claves de su estilo y en vistas del éxito, la fórmula funciona.

Pero el chico dio la campanada en 2012, cuando consagró su nombre en la liga de los diseñadores a tener en cuenta. Presentó una colección inspirada en sillas y butacones que había visto en América Latina. Sus vestidos se convirtieron en una suerte de rejilla de anea a base de tiras de piel muy intrincadas. Deleitada en el backstage, la analista de moda Suzy Menkes sostenía una percha mientras le decía a Olivier a los ojos: "esto es un trabajo de costura".

En tanto que negocio, no han trascendido las cifras de la compra pero la empresa Bloomberg apunta unos 563 millones de dólares. Mayhoola –empresa vinculada a la familia real catarí y propietaria de Valentino– confirmó en mayo de 2016 la adquisición de la firma Balmain. Hay grandes planes para la casa: expandir el negocio y abrir varias tiendas alrededor del globo. En la era de Instagram no puede haber mejor veredicto que darle un "like" al trabajo de Olivier Rousteing.

VER VÍDEO
 
preview for Dynamic Harper's Bazaar ES Celebs

El estilo de...

eugenia martinez de irujo recrea los retratos mas celebres de su madre

Eugenia Martínez de Irujo: 'La maja vestida'

beatrice borromeopierre casiraghi

Los herederos de la elegancia de Mónaco

letizia reina

Doña Letizia recupera su vestido más romántico

isabelle junot fałda beige

La historia de la falda que todas llevan en Madrid

Publicidad - Sigue leyendo debajo
Publicidad - Sigue leyendo debajo