"Tu inteligencia lo es todo". Así comenzaba Angelina Jolie un mensaje dirigido a todas y cada una de las mujeres del mundo, recordando una de esas lecciones ya no solo cargadas de necesario feminismo, sino, en definitiva de vida.

"Tu mente y aquello que te llena... ya sabes, la mujer que pasa el día de compras se convertirá en esa mujer. Y la mujer que pasa el día leyendo y viajando, aprendiendo y hablando con la gente va a ser esa mujer. Y esa es la mujer que realmente quieres ser [la segunda]." Y es que, en pleno siglo XXI, donde las mujeres siguen luchando para ser consideradas iguales a los hombres, la belleza, las más o menos curvas y, en definitiva, todo lo que respecta al envoltorio, supone la exigente vara de medir con la que, inconscientemente o no, una mujer es valorada de forma general.

Como buena conocedora de la situación, Jolie es consciente de que no sólo el sexo opuesto tiene que seer concienciado, sino que el cambio comienza por nosotras mismas: "Creo que tenemos que alentar a las mujeres jóvenes a que lo sepan, porque se están alimentando mucho las unas de las otras. Después, con eso, lo sabrán. Lo sabrán, y lo sentirán. Harán el trabajo porque se volverán más conscientes del mundo".

Esta dosis de sabiduría que todos necesitábamos, ha tenido como escenario una charla sobre su nueva y, hasta hace poco, controvertida película, 'The First Killed My Father'. En ella, Angelina, tras conocer su historia durante un viaje a Camboya, narra la infancia de la superviviente Loung Ung durante la guerra camboyano-vietnamita.

Por supuesto, Angelina tampoco dudó en hacer referencia a la situación de los refugiados ni a procesar el amor que siente por Camboya. La actriz visitó el país por primera vez con el rodaje de 'Tomb Raider' en 2001, esperando encontrar un clima de enfado, pero para su sorpresa, la creatividad, resistencia y dignidad de la gente, según afirma, lograron conquistarla.

Tal es su fascinación por el país asiático, que no sólo ha vuelto para rodar su última película. Tras adoptar a su hijo Maddox, se convirtió en ciudadana camboyana en 2005, movida por la necesidad de aportar su granito de arena: "Puedes saber cuándo estás al principio de un viaje", dijo. "Cuando sabes que eres realmente fiel a ti mismo y estás en el punto, las cosas se alinean. Entonces reconoces dónde deberías estar y qué deberías estar haciendo. Y yo me sentía muy afortunada de haberlo sentido. Volví, y decidí participar."

Vía ELLE.es.