Isabel Marant desafía el lujo silencioso a golpe de estética ochentera y prendas de cuero y piel de oveja

Con unos pantalones vaqueros cargo, un jersey de punto amplio y unos botines, Isabel Marant ha personificado mejor que nadie el espíritu de la colección otoño-invierno 2024/25 que ha presentado en París. La diseñadora se aleja del lujo silencioso a golpe de estética ochentera, prendas oversize, animal print y botas con flecos. Lo suyo no son las prendas básicas pero sí comulga con ese espíritu de piezas que quieres que duren mucho en el armario. Y es que el desfile estuvo repleto de hits.

Marant apostó por las prendas de cuero y piel de oveja y jugó a las superposiciones: gabardinas oversize sobre vestidos drapeados combinados con medias animal print (uno de los complementos que acaparó todas las miradas y que se adivinaba como el accesorio que marcará tendencia el próximo invierno), pantalones de cuero con jerséis trenzados y capas de piel vuelta y minivestidos de punto con cinturón en la cadera y botas con flecos evidenciaban esa estética ochentera que recorría toda la colección.

Con una paleta que mezclaba el negro, el camel, el verde oliva y el rojo con el omnipresente estampado animal print, Marant ha cuidado especialmente los complementos, donde deja ver cómo la artesanía gana terreno en sus colecciones, con bufandas con perlas, cinturones de piel troquelada y bolsos bandolera que combinan la piel con el ante. Mención especial merecen los flecos, en chaquetas, bufandas, bolsos, botas e incluso el bajo de los vestidos.

Una colección en la que Isabel Marant hace también una clara apuesta por el cuero y la piel de oveja, dos materiales con los que la diseñadora francesa reinterpreta su particular visión del lujo más ponible, llevado al día a día. Marant ha demostrado una vez más en la pasarela parisina que ella nunca defrauda, y con este colección de nuevo vuelve a dejar el listón muy alto y a sus fieles deseando que cada una de las prendas llegue a tienda.