No sabemos si come tanto como dice, pero lo cierto es que Aimee Song, la bloguera de origen coreano afincada en Los Ángeles con más de cuatro millones y medio de seguidores en Instagram, es una de las influencers que más y mejor explota su lado foodie. Y es que una de las categorías más populares de su canal de Youtube -en el que cuenta con más de 200.000 suscriptores- es, además de su faceta como decoradora de interiores, y todos sus trucos de belleza made in Korea, la de experta en comida vegana.

En uno de sus últimos vídeos subidos a la red nos invita a descubrir su lista de la compra semanal, y uno de los productos que no faltan en su despensa es también uno de sus tentempiés favoritos, gran desconocido a este lado del charco: el jerky de salmón (orgánico). O lo que vendría a ser la versión millennial del tradicional beef jerky, un snack típico en Estados Unidos y Canadá a base de carne de ternera deshidratada cuyo origen se sitúa en los nativos del norte del continente, que secaban (a veces también ahumaban) la carne previamente condimentada con sal y especias, la cortaban a tiras, y con esto pasaban los largos inviernos que los mantenían aislados durante meses sin posibilidad de acceder a alimentos frescos.

Siglos después el jerky sigue siendo el picoteo más popular en las gasolineras y supermercados de América (el sabor con más éxito es el Teriyaki seguido por el de pimienta negra), así como en la NASA ya que es uno de los sustentos estrella entre los astronautas por su alto valor nutritivo y bajo en grasas, pero en la era del veganismo esta técnica se aplica ahora tantos otros productos, principalmente proteínas animales, aunque también verduras y frutas como el coco, las berenjenas, las setas o la calabaza además de la col tipo kale o el brócoli, en su versión deshidratada y frita, a modo de chip (si no has probado esta delicia ya tardas).

Aunque en España se comercializa una versión de tiras de piel de bacalao, el de salmón es el jerky preferido de Song -más concretamente salmón salvaje de Alaska proveniente de la pesca sostenible, glaseado con sirope de arce y aceite de coco, al que le añaden un toque de eneldo. Es de la marca EPIC y está disponible en Amazon- y se alterna en su nevera con las algas, otro producto deshidratado con el que lo acompaña prácticamente todo. Por ejemplo, y sin ir más lejos, la especialidad culinaria de su hermana Dani: el arroz frito con Kimchi, un mejunje fermentado a base de diferentes vegetales típico de la cocina coreana que pica lo que no está escrito.

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