En 2020 el panorama no era muy favorecedor para la industria de la moda. La pandemia de la Covid-19 provocó que muchas de las firmas colgaran sus carteles de "cerrado" o disminuyeran drásticamente sus ventas. Sin embargo, dice que no hay mal que por bien no venga y durante ese convulso periodo fueron también muchas las oportunidades que nacieron para diseñadores emergentes, que tuvieron más tiempo para diseñar su estrategia, detallar su idea y poner en marcha proyectos a los que, puede que en otras situaciones, jamás hubieran podido dedicarle tiempo. Es el caso de Joana Duarte, quién, antes de fundar BÈHEN, mientras estudiaba un máster de Diseño de Moda, llegó a pensar que en ese ámbito ella no encajaría. "Me interesaba mucho la producción ética y el arte político, y pensaba que no tenía nada que aportar al sector", nos cuenta. Pero el destino es caprichoso y cuando menos te lo esperas la vida te da un vuelco de 360º que hace derribar todas tus ideas.
Joana nació en el seno de una familia de bordadoras portuguesa. Educada y bebiendo de la influencia de esta tradición, a lo largo de su vida fue partícipe de muchas de las quejas de sus vecinos y, sobre todo, de su abuela, por el peligro de extinción de esta técnica de confección portuguesa. "Decían que las generaciones más jóvenes no estaban realmente interesadas en aprender estos oficios, lo que significaba que se perderían para siempre. Un día me di cuenta de que tenían razón, e intentar encontrar una solución para esto coincidía con todo lo en lo que yo creía". Así nació BÉHEN, la marca que ella capitanea.
Fue en el mismo 2020 cuando BÉHEN se presentó en público. Lo hizo, nada menos, que en la Semana de la Moda de Lisboa, cita en la que participa desde entonces. Pero aún hay más, porque BÉHEN ha logrado hacerse hueco también en la Semana de la Moda de Londres durante el cierre DiscoveryLab, y en otras muchas ocasiones de renombre, como la diseñadora explica: "Cada vez que presentamos una colección es una experiencia de aprendizaje. La marca aún es muy joven, y durante los últimos tres años hemos hecho desfiles, vídeos, pop-ups, presentaciones más pequeñas; y de todas hemos aprendido algo diferente y crucial. Y lo hemos aplicado a la siguiente".
Los ingredientes que mantienen a BÉHEN, más allá de por razones obvias de la originalidad estética de su diseño, esconden tras de sí un compromiso que que refleja dos de las pasiones de la propia Joana, el arte político y la producción ética: "La moda tiene el poder de comunicar a un gran público, de difundir un mensaje, de contar una historia... y de salvar trozos de nuestra historia". De hecho, en todo momento Joana ha sido consciente de que para llevar a cabo su idea tenía que reinventar el concepto y trasladar una técnica que podría encontrarse ornamentando textiles del hogar, como un mantel, a las prendas: "Creo que la moda sólo puede ser relevante si tiene un propósito, y yo encontré el mío, que es proteger estas artesanías dándoles un escenario diferente que tuviera la capacidad de atraer y conectar con públicos más amplios".
Más allá del mérito con el que cuenta a sus espaldas, BÉHEN puede presumir también de haber vestido a algunos de los nombres que más inspiran en moda. En el armario de Rosalía, C.Tangana o Sydney Lynn ya les hemos visto lucir algunos de sus diseños. Pero, a pesar de tener potestad para hacerlo, a Joana no le gusta vanagloriarse de ello y al preguntarle cómo se siente al ver sus piezas en algunas de estas personalidades, responde de manera genérica, contándonos que su idea es conjugar la técnica tradicional con la gente cool y las generaciones jóvenes: "BÉHEN se creó para promover estos oficios a través de la moda, para romper con la idea de que son anticuados e irrelevantes, que es, por desgracia, la mentalidad en Portugal - somos muy malos en la apreciación de nuestro patrimonio cultural. Y sólo hay dos maneras de hacerlo: el diseño y la colocación".
Lo que vemos de BÉHEN se completa también con un gran compromiso con la comunidad local que nace desde su backstage. Trabajan con artesanos de distintas regiones de Portugal que investigan y analizan previamente antes de contactar con ellos. Valoran sus tradiciones, su entorno familiar, las canciones de su zona... Su estilo de vida, que es parte de su simbolismo: "Queremos aprender a conservar y proteger no solo las prendas, sino a las personas y sus historias".
Aún hay más, porque dice Joana que "solo se puede defender una misión como la de BÉHEN si se potencia a los artesanos más allá de las palabras, con un trabajo realmente remunerado de manera justa". ¿Y quiénes se encuentran detrás de esta firma? Un equipo pequeño sobre el que ella toma la dirección y la toma de decisiones, Catarina, que se encarga de los patrones y la logística de la producción; becarios de diferentes escuelas de moda de toda la geografía portuguesa y, fundamental, "también mi madre y mi abuela Maria, que ayudan con ideas y probando las pieza aunque no estén en el estudio todos los días. Más allá de ser una inspiración, son una gran parte del proceso y suelo decir que ellos son los verdaderos diseñadores detrás de BÉHEN, y no yo, porque me tomo muy en serio su opinión y sus conocimientos".
BÉHEN cuenta con un catálogo pensado para vestir a todos los públicos: mujeres y hombres, pero ahora también, niños y hasta bebés. Sus diseños ya viajan, no solo de Portugal de España, sino también a otras zonas del globo terráqueo: " Estamos en Portugal, pero nuestro principal mercado es Estados Unidos. Principalmente mujeres, aunque hemos estado recibiendo muchas peticiones para hombres, especialmente pedidos personalizados. Recientemente también hemos lanzado nuestras piezas para bebés y niños de hasta 6 años, con bordados a mano", concluye Joana.
