¿Cómo vas a estar cansada? ¡Si llevas todo el día sentada! Seguro que más de una vez una amiga ha utilizado ese inteligente argumento contra tu firme intención de quedarte tirada en el sofá. Y entonces entras en una fuerte contradicción emocional entre tus ganas de disfrutar de lo que queda de día y la terrible sensación de aturdimiento escondida tras una sombra gris debajo de los ojos. Porque sí, has estado todo el día sentada en la oficina con tu ordenador, pero tu cuerpo responde con la misma lentitud que si acabases de salir de una clase de spinning.

Pero aunque no te lo creas, una situación de estrés, como puede ser un exceso de trabajo, puede cansarte tanto como salir a correr al parque. O más. En este sentido, como explica el psicólogo del Zucker Hillside Hospital, Curtis Reisinger al diario Thecut.com, el organismo reacciona de la misma manera ante una situación difícil, sea cual sea su origen. "Tu corazón bombeará y producirá adrenalina si alguien te está persiguiendo, o si simplemente estás molesto por algo", señala el doctor. Por eso, no es de extrañar que tras una larga jornada laboral nos sintamos como si nos hubiese atropellado un autobús escolar. Nuestro cuerpo está sufriendo las consecuencias de la fatiga mental.

Es más, siguiendo con esta idea, unos investigadores del Texas A&M Health Science Center School of Public Health realizaron un estudio para encontrar la vinculación cuerpo-mente tras una situación de estrés y descubrieron que este influía directamente en los procesos cardiovasculares y biomecánicos. "Hay gente que no entiende la importancia de estudiar conjuntamenteel cerebro y el cuerpo. Sin embargo, nadie hace un trabajo puramente físico o mental, siempre hacen ambas cosas", concluía el científico Ranjana Mehta.

instagramView full post on Instagram

De ahí que disciplinas como el yoga, la meditación o el pilates hayan ido ganando terreno a otras actividades más exigentes como el running o el ciclismo indoor. De hecho, han demostrado ser la herramienta perfecta para prevenir y mejorar problemas de ansiedad gracias a que ayudan a recuperar la conexión cuerpo-mente. En cambio, sesiones intensas de ejercicio podrían generar, exactamente, el efecto contrario, aumentando la fatiga. Así que, si estás cansada, y más si es por estar sentada frente al ordenador, ¡no te culpes! La ciencia te respalda.