Queda fenomenal en las fotos y, para variar, está rico. Quienes lo han probado dicen que su sabor es dulce sin resultar empalagoso. Hablamos del ube, el ingrediente de moda que tiñe de púrpura tus postres... ¡Sin colorantes!
Los habrás visto en Instagram, todos esos donuts, helados y pasteles morados junto a la etiqueta #Ube. Se trata de un tubérculo muy popular en Filipinas y otros países asiáticos y gracias a su extraordinario color natural ya ha llegado a pastelerías y restaurantes lejos de Manila.
El polvo de ube (que se pronuncia oo-bah) y la mermelada (llamada ube halaya) ya eran utilizados desde hace años en las cocinas de conocidos chefs y pasteleros, pero ha sido gracias a la influencia de Instagram cuando más se está extendiendo su fama, más allá de los países asiáticos, donde tan acostumbrados están a cocinarlo.
Gracias a esa fama, se empieza a utilizar para preparar otros platos donde no es habitual el color púrpura, como pasteles de queso y distintos tipos de galletas y bollería. Uno de los locales que más ha contribuido a la reciente popularidad del ube es el Club Social Manila, en Williamsburg, Nueva York, cuyas rosquillas moradas son tan deseadas que se agotan en pocas horas.
Su chef, Bjön De La Cruz, ha aclarado en entrevistas a medios norteamericanos que ese color lila tan intenso se consigue de forma natural con ube y no con colorantes, como mucha gente piensa en un primer momento. Esto se debe, explica el cocinero, a que los alimentos que aporten ese color en cocina son muy difíciles de conseguir. Sin embargo, basta con abrir uno de esos tubérculos para comprobar que esa tonalidad es toda natural.
De la cocina del Manila Social Club salió el donut para millonarios. Hecho a base de ube, pero con un aspecto dorado, la docena la venden a 1.000 dólares. Cada rosquilla está hecha, además de con el morado tubérculo, con champán Cristal -el famoso espumante creado por Louis Roederer en 1876 y que en EEUU se vende a más de 350 dólares la botella- y cubierta de copos de oro. Una excentricidad sólo apta para bolsillos pudientes y que también queda de fábula en las fotografías que se suben a Instagram.
Una fama, la del ube, que está por ver si será tan efímera como la de otros alimentos extranjeros, que tuvieron apenas unas semanas de gloria. Mientras tanto, siempre podremos aprovechar la magia de internet para buscar recetas a base de ube y descubrir así otras maravillas de la cocina filipina. Todo será empezar por el púrpura y acabar sabiendo preparar lumpias, afritada de pollo y el riquísimo pastel de yuca.
