Lo más probable es que más de alguna vez se te haya pasado por la cabeza la pregunta ¿y si me hago un tatuaje? En alguna conversación o en varias, has hablado del tatuaje que siempre has querido tener pero nunca te has atrevido a hacer por cualquier motivo. Ya sea por estética, por salud, por trabajo o porque eres una persona que en cuanto tiene algo, se cansa de ello. Cualquier motivo es razonable y respetable. Sin embargo, la gente se sigue haciendo tatuajes, ¿por qué? Todas las personas tienen el derecho a escoger qué hacer con su cuerpo, cómo (des)vestirse o acicalarse, sin embargo, hace años, los tatuajes eran llevados como acto de rebeldía y/o diferenciación con respecto a los demás.

A estas alturas, ¿te sorprende ver a alguien con un tatuaje?

Hace muchos años era impensable llevar algo en la piel, tanto en el campo laboral como en el campo de la moda. En el primer caso, si una persona joven llena de tatuajes quería trabajar, por ejemplo, en un Starbucks, era muy complicado. Como norma de vestuario y de decoro, tenías que taparte con mangas largas o, en el caso del cuello, tenías que ponerte tiritas de color carne. Está claro que esto no sólo sirve como referencia, cualquier trabajo de oficina y de hostelería, hace años, te prohibía que los tatuajes estuviesen a la vista del ojo de forma explícita. En el lado de la moda, el hecho de que un maniquí andante mancillara su piel, suponía un riesgo y una etiqueta que no entraba en los cánones de lo que se lleva en ese momento.

Pero, empecemos desde el principio. ¿Cuándo pasó de ser algo alternativo para pasar a ser algo casi global?

Aunque los tatuajes nacieron en el Antiguo Egipto, como una forma de medicina artística, no fue hasta los siglos XVIII y XIX que fueron descubiertos por el explorador James Cook. A finales del s.XIX se pueden encontrar artículos como este llamado Queer Stories of a Queer Craze, que habla de cómo la aristocracia inglesa se inspiró en los viajes de Cook y cómo los habitantes de las islas de Polinesia se decoraban con tatau, palabra tahitiana para explicar los dibujos sobre la piel.

Aunque en teoría, no fue hasta el siglo XX que se extendió entre las clases trabajadoras y los soldados, existen casos como el de Olive Oatman (1837-1903), la primera mujer tatuada en Estados Unidos. La historia de Oatman es bastante espectacular. Fue capturada por los indios Yavapai y fue vendida a la tribu Mojave, que le tatuó la mandíbula para marcarla como esclava.

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Olive Oatman alrededor del año 1860. Imagen de Hulton Archive/Getty Images

También está el caso de Maud Wagner, la primera tatuadora de Estados Unidos. Comenzó, más o menos, en 1907 junto a su pareja y su hija también se dedicó al mundo del tatuaje. La historia de estas dos mujeres, y la de muchas más, aparece en el interesante libro Bodies of subversion: a secret history of women and tattoo, de la escritora Margot Mifflin.

Cuando llegamos al s.XX, hasta los años '70 y los '80 no encontramos ejemplos. El punk y los '90 son el punto de partida donde más se empiezana utilizar los dibujos de tinta para impregnar todo el cuerpo. Está claro que esto no es más que una pincelada muy general y muy a grandes rasgos para entender cómo ha llegado el mundo del tatuaje hasta nuestros días.

Es evidente que existen cientos de personajes del mundo de la música, del arte y de otras áreas que ya se atrevieron a hacerse tatuajes. Sin embargo, este artículo está más centrado en el campo de la moda.

En el mundo de la pasarela, en la más comercial y mediática, los tatuajes estaban mal vistos, pero a finales de los '80 ya había diseñadores que se atrevían a incluir la tinta como algo que formaba parte de la propia prenda/obra.

Margiela utilizó los tatuajes como inspiración para su camiseta de verano del año 1989.

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Imagen de la camiseta tribal de Maison Martin Margiela en el año 1989. Dos décadas después, la marca recuperó el diseño para su colección de H&M. Imagen de Opening Ceremony.

Jean Paul Gaultier dibujó un esqueleto sobre la modelo Stella Tennant para su desfile de Primavera 1994.

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Desfile de Jean Paul Gaultier 1994. Imagen archivo de JPG.

Gaultier volvió a la temática de los tatuajes para su colección de Primavera 2008.

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Detalle del tatuaje de una modelo en el desfile de JPG. Imagen archivo de JPG.

Rodarte convirtió a sus modelos de la colección Primavera 2009 en amazonas tatuadas.

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Modelos en el desfile de Rodarte, Primavera 2008. Imagen de Kessler Studio.

Para su colección de Primavera 2009, la maison Chanel se atrevió a utilizar tatuajes temporales (calcomanías) con motivos como perlas o collares.

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Detalle del tatuaje de Chanel en el desfiles Primavera 2009. Imagen de gorunway.com.

En el año 2011 el diseñador Marc Jacobs contó con el tatuador Scott Campbell para que decorara tantos a sus modelos como a sus complementos.

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Desfile de Marc Jacobs para Louis Vuitton y la colección ’menswear’ Primavera 2011. Imagen de Gianni Pucci/GoRunway.com.

Maison Martin Margiela homenajeó al tatuador Sailor Jerry en su colección Primavera 2014.

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Detalle del vestido con tatuajes de Sailor Jerry. Imagen de Gianni Pucci / Indigitalimages.com.

Existen otros ejemplos como Rei Kawakubo y Commes des Garçons y su colección menswear Invierno 2015 o Dsquared² y su colección menswear Invierno 2015, donde los tatuajes son los protagonistas.

Con todas estas imágenes, está más que claro que los tatuajes se han ido abriendo paso en la moda para convertirse en un accesorio (imprescindible o no) más. Modelos como Stephen James son otro ejemplo de cómo los tatuajes ya son algo habitual en la pasarela. Los tatuajes nacen de una unión difusa entre la moda, lo underground, el arte y la música, por lo que la mayoría de las celebrities están tatuadas. Algunos ejemplos fáciles como Amy Winehouse, Angelina Jolie, Pamela Anderson, Megan Fox se han puesto y se han quitado tatuajes como si de un collar se tratase. Sin embargo, en el mundo del famoseo, quizá una de las figuras más icónicas haya sido la de David Beckham. El futbolista, que cuenta con casi 40 tatuajes, empezó en el año 1999 con el nombre de Brooklyn, su primer hijo.

El caso más extremo en el campo de la moda/música fue el del videoclip de Lady Gaga y la canción Born This Way, donde utilizó al modelo Rick Genest, conocido como Zombie Boy, para que fuese su pareja ficticia.

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Gracias a todo esto, hace unos años lo especial era que una modelo tuviese un tatuaje, algo que le hiciese única. ¿Qué pasa cuando todas se han hecho ese tatuaje especial? Ahora todas las revistas de tendencias y moda escriben artículos donde explican qué tatuajes son los más delicados y/o bonitos que sirven como inspiración para las lectoras.

Entonces, ¿qué sentido tiene tener un dibujo que te haga especial? Las revistas de tendencias más alternativas llevan años utilizando a modelos con tatuajes, pero ahora hasta las de medios generalistas lo hacen.Dependiendo del entorno en el que te muevas, un tatuaje puede suponer el éxito o el fracaso de tu carrera. Todavía existen adultos o gente entrada en edad que etiqueta a los tatuajes como algo característico de expresidiarios, o, si eres una persona muy tatuada, algunas personas creen que no vas a trabajar.

Ahora que todo el mundo lleva alguno y en todas las pasarelas, editoriales y demás, te encuentras a alguien tatuado, ¿los tatuajes siguen siendo algo rompedor y extravagante? ¿O ya resultan algo cansino y/o repetitivo?