Sopas frías que te estás perdiendo por no salir del gazpacho y el salmorejo
Variedad y colorido esperan a los que se atreven a descubrir el mundo de las cremas y sopas de verano que hay más allá de las dos clásicas de tomate.
Cuando un andaluz pidió gazpacho por primera vez en un restaurante madrileño, no pudo evitar poner una cara de asombro al ver llegar al camarero con un bol con lo que debía ser su bebida y, rozando el surrealismo, unos pequeños platos con varias verduras a modo de tropezones para que se sirviera al gusto. Fue el mismo rostro de sorpresa que puso un madrileño cuando, en vez de la sopa con tropezones, le trajeron un vaso y, dentro, el gazpacho bien frío.
Es curioso cómo la misma receta varía a medida que avanzamos hacia el norte, tras la senda de la antigua N-IV. Eso sí, independientemente de cómo se sirva y elabore, sigue siendo la sopa fría estrella del verano. Le sigue el salmorejo, perfecto para los que prefieren un primer plato fresco y contundente, y en tercer lugar... ¿Hay alguno?
El tercer cajón del podio de las sopas frías no tiene por qué quedar desierto. Hay opciones más allá de las dos recetas reinas y optar por ellas permitirá incluir en nuestro día a día diferentes hortalizas que enriquecerán aun más nuestra dieta. Por ejemplo, las siguientes.
Ajoblanco / Mazamorra
La crema fría de Málaga y quizás igual de extendido que el Salmorejo dentro de unos años, pero aun sigue siendo una desconocida para muchos. La almendra sin tostar es el secreto de su receta, que se mezcla con miga de pan, como el plato cordobés; agua fresca, aceite y vinagre de vino blanco. No es tan sencillo de elaborar porque hay que escaldar las almendras y majarlas con el ajo. La diferencia con la Mazamorra cordobesa es que esta no tiene almendras. Foto: Instagram
Gazpacho de remolacha / Borsch
Lo ha presentado el chef David Delgado para su DP Tapas del Mercado de San Ildefonso de Madrid y está causando sensación entre los que se acercan a este rincón de la calle Fuencarral. Además de la remolacha, sustituyendo al tomate y dando un color más oscuro a la mezcla, añaden queso de cabra y kikos (maicitos, si eres cántabro). La diferencia con el Borsch eslavo es que esta receta une remolacha con patata cocida y crema (yogur). Foto: Instagram
Sopa de melón
Hay tantas variaciones como cocineros a la hora de crear una sopa de melón, aunque hay bastante consenso a la hora de incluir frutos secos y/o jamón serrano en la mezcla. Por ejemplo, almendras. 120 gramos picados de este fruto bastan para darle un toque perfecto a una sopa con poco menos de un kilo de melón Galia, ajo, pimienta, un chorrito de aceite y un toque de hierbabuena. Foto: Instagram
Sopa de pepino
Los amantes de la cocina griega saben apreciar un buen Tzatziki, la salsa densa de pepino y yogur de la que podemos comer toneladas sin parar. La sopa de pepino bien podría considerarse una variación más líquida de esta salsa, cuya receta casera se complementa con menta, yogur (mejor griego y no por chovinismo, sino por su contenido en nata), vinagre de manzana, cebolleta, ajo y, claro, pepinos. Foto: Getty Images
Gazpacho de cerezas
Esta creación tiene su firma en el restaurante madrileño Bacira y es una de las recetas estrellas del menú de verano del mismo. A fresco y estival pocos le ganan, ya que se presenta en un plato compartiendo protagonismo no solo con las cerezas en sí, sino también con un poco de helado de jengibre y un tartar de langostinos. La explosión de sabor en el paladar está asegurada. Foto: Bacira
Vichyssoise
Es poco frecuente encontrarse con esta crema de puerros, a pesar de ser de las pocas que admite todo tipo de temperaturas al servirla. En el caso de que quererla muy fría y líquida, el secreto está en cuidar su espesor rectificando en la receta la patata y la mantequilla para lograr una textura más acorde con la que estamos buscando. La receta original, además, añade pimienta blanca, nata y caldo de pollo. Foto: Instagram
Crema de lentejas
Una receta de origen libanés que puede chocar en verano pero que sorprende por su frescura. En su elaboración, las lentejas se mezclan con todo tipo de hortalizas y prácticamente se cocinan como en el potaje tradicional en una olla a presión (bastan 20 minutos para tenerla lista y solo faltaría enfriarla). No hay que renunciar a las legumbres por culpa del calor.Foto: Instagram
VER VÍDEO
Mallorca en 48 horas: qué hacer y qué ver
Mejores hoteles para celebrar el Día de la Tierra
Este es el restaurante de la Costa Brava al que ir
Los nuevos y mejores restaurantes de Barcelona
