Sofilo, su nombre de pila y de Instagram, tiene algo especial (o, quizás, muchas cosas especiales). Su movimiento al caminar, su tono de voz o su característico olor a Musk de Kiehl's, son algunas de sus fuertes y especiales señas de identidad. Un estilo muy personal en el que conviven (con total naturalidad) marcas como Margiela, Yellow&Stone, Isabel Marant, Marlota o Paco Pintón. Una mujer 'todoterreno' que calza deportivas Vans pero que no renuncia a uno de esos pares de 'intelectuales' y 'extraños' zapatos Marni. Es directora creativa de Woz'ere, una agencia que trabaja con marcas como Hermès, Nike o Puig "para hacerlas más visibles, más bellas y más útiles", aunque también está realmente involucrada en los innovadores proyectos que desarrolla la agencia Better. Nos sentamos en la barra Atlántica de The Table by, el nuevo restaurante pop up del Hotel Urso, para charlar sobre sus últimos descubrimientos gastronómicos, sobre lo que nunca falta en su cocina o sobre esas camas de hotel de las que no querría salir nunca. Nosotros preguntamos, ella responde.

¿Qué es lo que más valoras en un restaurante?
Por orden: la selección de materias primas y sabores, la estructura de la carta, la iluminación, el ambiente, la decoración…

¿Cuál es tu restaurante favorito en España?
En España hay muchos que me vuelven loca, no puedo quedarme sólo con uno. El Campero en Barbate (Cádiz) por su atún de la Almadraba, una delicia. Elkano en Getaria (Guipúzcoa) por su rodaballo y su carta de postres. Abastos en Santiago (ahora en The Table by), honesto y directo pero con twist y una materia prima de primera que llega directa desde el mar. Zuberoa en Oiartzun (Guipúzcoa), sofisticado, rico y con la tarta de queso más rica del mundo. Cofiño en Caviedes (Cantabria), por su cocido montañés y porque cuenta con la mejor carta de vinos de la zona. L'Escaleta en Cocentaina (Alicante), rico y extraño, simple en su materia y con recetas muy elaboradas salidas de la prehistoria gastronómica. Y en Madrid: la carta completa de Sacha, el sabor de los platos y la forma de presentar de Sala de Despiece, el bocadillo cubano o la ropa vieja de Zara, La Tavernetta y su pasta con gambón o las setas y las pamplinas de El Cisne Azul.

¿Y fuera de España?
En DF, Contramar, por la comida, por los picantes, por el ambiente y por la gente. En Miami, Casa Tua, por la pasta con trufa y la decoración. En NYC, Waverly Inn, precioso y muy rico.

¿Qué no falta en la nevera de Sofía López-Quesada?
Ghee, frutas, verduras, Heineken, gazpacho en verano y caldo en invierno.

¿Y en la despensa?
Frutos secos, pasta, conservas ricas que compro allá donde voy, navajas, anchoas o patatas fritas San Nicasio...

¿Cuál es tu bebida favorita?
El agua sin duda, después los zumos naturales, el café, la birra, el vino, los cocteles y el alcohol duro, en este orden.

¿Y tu vino favorito?
No tengo ni idea, pero me gusta beberlo y probar y memorizar y hacer que se algo. Me gustan los vinos de Telmo Rodríguez.

¿Disfrutas cocinando? Cuando recibes amigos en casa, ¿qué hay para cenar?
No cocino en general, todo el mundo lo sabe, pero recibo mucho, siempre el fin de semana y en el campo. Casi siempre cocinamos en comuna: Chiquinho y sus sopas con cilantro y jengibre, Tanis en la barbacoa, Gon y sus platos ayurvédicos, Carmenzita en el horno haciendo delicias, Diego los risottos, Rebeca las pizzas, Moni los platos asiáticos, Martos y el huevo frito perfecto, Anako y los pintxos, Pintón y la fideua…

¿Sientes predilección por algún cocinero?
Javier Bonet es un hombre del renacimiento, genial cocinero, genial empresario y genial inventor de conceptos. Su local Academia del Despiece sintetiza estas tres facetas.

Y ¿tu último gastro-descubrimiento?
Mi amiga Pepi de Boissieu y su proyecto gastronómico genuino, estético y potentísimo. Le saldrán mil imitadores, estoy segura, pero ella fue la primera. Y por supuesto como innovador: The Table By, nuestro proyecto en el Hotel Urso, junto a Alejandra Ansón, que repite localización la próxima temporada, pero como siempre traerá nuevas cocinas, sabores y chefs y cambios de decoración, carta y personal.

¿Cuál es el último capricho gastronómico que te has dado?
Profesionalmente poder contar con Via Veneto, el clásico de Barcelona, para una fiesta de Hermès, dirigido por Pepi de Boissieu, eso sí. Lubina, langostinos, pato, solomillo Wellington y champagne para 300 personas, todo un lujo.

¿Y el próximo en el que estás pensando?
Ahora en junio, quizás una excursión a Donosti para volver a probar alguno de los clásicos.

Cuando viajas por España... ¿Dónde sueles alojarte?
Mi último descubrimiento en Barcelona ha sido Margot House, una casa enorme del Eixample, bien decorada, bien iluminada, con un equipo detrás de ensueño y con unos desayunos imbatibles. Cuando viajo por España suelo alojarme en casa de amigos, pero me encanta Cap Rocat en Mallorca o Mas de Torrent en Girona.

Y fuera de España… ¿Cuál es ese hotel del que no quieres salir?
En Venecia, el Hotel Cipriani por sus papeles pintados, sus jardines, el desayuno, la cama y las vistas, todo refinado pero a la italiana, cero cursi. También Vila Naiá, en Brasil.