Lo más probable es que, en alguna conversación, hayas hablado o hayas escuchado la frase esta se ha tirado a todos, vaya p***. Esta vez ya no se trata del típico si ellos se acuestan con todas y son campeones y, si lo hacemos nosotras, somos _____ (a insertar el adjetivo que prefieras). Esta forma de hablar o expresarse tiene un término, slut shaming y, desde hace unos años, se está convirtiendo en algo muy habitual en el lenguaje coloquial porque materializa a la perfección todo este concepto.

Pero, ¿qué quiere decir exactamente slut shaming? Significa, literalmente, tachar de p*** o de prostituta a una mujer que está liberada sexualmente, que lleva una vida sexual diferente y/o que tiene relaciones antes del matrimonio o extra-matrimoniales. ¿Te resulta extraño? Mira a tu alrededor. ¿En cuántas charlas entre cañas o confesiones entre amigos y amigas no se le ha escapado a alguien - o no lo ha dicho pero lo ha pensado- lo de vaya fresca, normal que no la respeten si se ha tirado a todos?

Empecemos desde el principio. ¿Por qué ahora está tan en boga este término? Quizá en nuestro país y en Europa sea algo reciente, pero, en Estados Unidos, es algo bastante frecuente desde los últimos veinte años. ¿Por qué? Quizá el caso más mediático haya sido el de Monica Lewinsky. Tras conocerse a nivel mundial que tuvo ese affaire con el, por aquél entonces, presidente Bill Clinton, todo el mundo se refirió a ella como la fulana o la buscona. Con tan sólo veintidós años, esta chica joven fue marcada para siempre con una de las letras escarlata del s.XX (y de nuestro s.XXI), la promiscuidad.

En esencia, en esta interesante charla de TED, ella explica que A los 22 años, me enamoré de mi jefe. A los 24, aprendí las consecuencias devastadoras. Evidentemente, sus reflexiones van mucho más allá y le han valido el respeto que no ha tenido en los últimos diez años. (Puedes leer el resto del discurso en castellano aquí.)

¿Por qué es interesante este suceso? Porque ejemplifica a la perfección lo que significa slut shaming. El caso Lewinsky-Clinton fue uno de los primeros hechos/noticias que corrieron como la pólvora gracias a Internet, que por aquél entonces todavía era desconocido e, incluso, extraño. Durante 1998 las noticias, en su gran mayoría, se consumían por papel, periódicos y/o revistas, o por televisión, y tenían más o menos alcance. Pero el (casi) nacimiento de Internet, junto con el morbo, hicieron que este caso fuese uno de los mejores ejemplos del alcance y el poder - tanto positivo como negativo- de la red.

Es inevitable pensar, bueno, es sólo una forma de hablar o de expresarse -hay muchas cosas que cambiar del lenguaje como el uso de la palabra loca- sin embargo, la repercusión que puede llegar a tener este término es mucho más grande de lo que creemos. A Mónica Lewinsky le ha costado casi más de dos décadas poder hablar e, incluso, reírse de todo este asunto. Pero, ¿qué pasa cuando va a más? Pues que ocurren cosas como el caso de la italiana Tiziana Cantone que se quitó la vida porque no pudo soportar la presión social - real y virtual- de toda la gente que se burló de ella cuando su ex novio colgó su sextape en la red.

Historias así nos hacen pensar, pero, ¿está mal hacer sexting (mantener conversaciones subidas de tono con fotos y vídeos)? Por supuesto que no, si te apetece enviarle una foto/vídeo desnuda al chico o chica que te gusta, adelante, tú puedes hacer lo que te venga en gana. El ¿problema? viene cuando no sabes cómo va a reaccionar la otra persona. Si es alguien abierto de mente -no hablamos sólo de lo sexual- sino que ha viajado, es cultivado y respetuoso, le gustará y le divertirá, sin embargo, si te cruzas con un sujeto cerrado de mente, hay muchos más de lo que pensamos, el riesgo es muy grande.

***Es importante puntuar que hay personas abiertas de mente que no han salido de su pueblo en toda su vida y gente que ha vivido en muchos lugares y, luego, no lo es.

¿Cuáles son esos posibles riesgos? El menor de ellos, quizá, podría ser que se las pueda enseñar a otras personas y que te pongan esa etiqueta. Aunque, bueno, dependiendo de las cuentas de Instagram que sigan, habrán visto stories y imágenes más o menos obvias y similares. Una de las peores consecuencias que pueden venir después son, por ejemplo, la pérdida de respeto por parte del receptor, la cosificación -etiquetarte de objeto y/o cosa- o que piense que no tienes sensibilidad, sino que solamente eres un objeto sexual. Y el mayor de todos ellos es que, si la persona no está en sus cabales, lo suba a todas sus redes sociales. Pero volvamos al slut shaming.

Slut shaming no sólo se refiere a una conversación entre colegas que hablan de una chica con la que se han enrollado y juzgan, ni a la chica que le ha puesto los cuernos a su novio (porque a) nadie es quién para juzgar y/o opinar sobre una relación de pareja que no sea la suya, b) cualquier persona de cualquier género o tendencia sexual, si le pone los cuernos a su pareja es porque la relación va mal y la persona soltera en cuestión no es la culpable -y ya sabemos que si una relación falla es cosa de las dos partes- y c) porque, a lo mejor, son una relación abierta y tienen todo acordado), sino que también se refiere a esos comentarios que hacen o dicen ciertas personas cuando alguien cuelga algo más subido de tono en sus redes sociales y empiezan a brotar los clásicos adjetivos que todos conocemos. La forma de vestir de una chica y sus posibles consecuencias, tanto positivas como negativas, también están dentro del slut shaming.

Con toda esta información en la cabeza, es normal que pienses cosas como ¿pero por qué nadie hace nada? En Estados Unidos ya hay ciertos movimientos que están luchando contra este concepto. La celebrity Amber Rose lleva años promoviendo caminatas en contra del slut shaming conocidas como Slut Walk. Con esta fundación, lo que busca es liberar a la mujer y a la sociedad de todos los prejuicios que hay con respecto a su comportamiento, su vestimenta y su sexualidad. Ella es más conocida en el mundo de los cotilleos estadounidenses por haber sido stripper durante su adolescencia, ex novia de Kanye West, rapero y marido de Kim Kardashian -quien se hizo famosa a nivel mundial por una sextape con su ex novio hace ya varios años- y madre del hijo del rapero Wiz Khalifa. Te guste ella o no -tiene miles de detractores en las redes sociales por sus selfies- el hecho de crear un movimiento así, es loable. De hecho, raperas como Nicki Minaj apoyan su causa.

Ahora que ya sabes lo que es el slut shaming, ¿te parecerá mal como vista o deje de vestir cualquier persona? ¿Analizarás y juzgarás a la ligera sus redes sociales y cómo se comporta? ¿Y sus selfies? ¿Te darán igual tanto su pasado sexual como sus (p)referencias sexuales? O, por el contrario, ¿seguirás empleando términos anticuados y dañinos para cualquier ser humano con un mínimo de sensibilidad?

Tenemos que romper con el prejuicio que dice que ella es una p*** y él un campeón o todos los gays son promiscuos y se tiran a todo el mundo y dejar de etiquetar a las personas por sus tendencias sexuales y/o su promiscuidad.