La maternidad y la paternidad no entiende de condición sexual. Una necesidad vital para unos y un deseo para otros, lo cierto es que tanto entre parejas homosexuales como en las heterosexuales o, sencillamente, en mujeres solteras se ha registrado un incremento en el número de personas que recurren a la inseminación artificial para lograr un embarazo.

La sociedad está cambiando y, según los responsables de IVI, con ella la ciencia y la tecnología para adaptarse a sus nuevas necesidades. "La medicina reproductiva ha evolucionado hasta tal punto que, hoy en día, representa un nexo hacia estos cambios en la sociedad, dando paso a la aparición de nuevos modelos de familia que se suman al concepto más tradicional, de manera que cada vez encontramos más familias formadas por mujeres que han tomado la decisión de ser madres solteras o por parejas de mujeres homosexuales", explican en un comunicado.

En estos nuevos modelos de familia se incluyen las mujeres solteras, entre las que se ha registrado un incremento de visitas a estos centros en cinco años del 74%, y las mujeres homosexuales, entre las que ha crecido el interés en un 94% con respecto a 2012, según los datos de IVI. Además, la media de edad de las mujeres que acuden a estos centros ha aumentado y se sitúa actualmente en 37,2 años.

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"En ambos casos se trata de dos colectivos al alza que se van abriendo paso en nuestra sociedad, rompiendo con las barreras establecidas y creando una serie de necesidades que la sociedad debe resolver. Además, podemos considerar este hecho como un síntoma de que poco a poco va entrando dentro de la normalidad encontrarnos familias monoparentales o formadas por personas del mismo sexo", comenta el Dr. Antonio Requena, Director General Médico de IVI.

En cuanto al cómo, también existe una variación con respecto a años anteriores. Uno de los métodos en auge es el ROPA (Recepción de Ovocitos en Pareja). "Métodos como ROPA, en el que las dos mujeres que forman una pareja comparten el proceso de Fecundación in Vitro de manera activa –siendo una de ellas la madre genética del bebé y la otra participando en el tratamiento como gestante– ha dado la posibilidad a muchas parejas de mujeres de formar una familia con un hijo propio, teniendo que recurrir solo al semen de un donante”, comenta el Dr. Requena.

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Sin embargo, como en cualquier proceso de fecundación asistida, hay que tener presente que no se puede garantizar el éxito al 100%. Cada caso particular requiere un estudio previo que, en algunas parejas, puede determinar la imposibilidad para concebir. Patricia y Charo son pareja y ellas optaron por formar una familia a través del método ROPA tras tener un intento previo fallido debido a la edad de una de ellas. "En 2015 nos planteamos afrontar de nuevo el proceso, ésta vez haciendo uso del método ROPA. Esta segunda vez fue Charo la gestante utilizando mis óvulos que, al ser un poquito más jóvenes, tenían más posibilidades de conseguir que el embarazo llegue a término", explica. Y llegó.

En el Día Internacional del Orgullo LGBT, esta clínica de reproducción ha querido mostrar su apoyo al colectivo a través de una serie de vídeos en los que se cuenta el testimonio de parejas como la de Patricia y Charo, en pro de la normalización.