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Ya has pasado la primera cita –de qué hablar en la primera cita– y la cosa ha ido más o menos bien. Hubo cierto feeling, os gustasteis y nada fue un desastre irremediable. Los dos hicisteis vuestro papel de personas inteligentes y divertidas y os quedasteis con ganas de más. En algún momento, uno de los dos pedirá volveros a ver. Y ahí vendrá un encuentro mucho más importante que el primero: la segunda cita.

Apenas hablamos de ella, porque el protagonismo de la primera cita –8 películas para una primera cita– en las conversaciones es abrumador, pero la segunda vez que quedas con esa persona que empieza a gustarte sentará las bases de una posible relación. Ahí es cuando la puerta empezará a abrirse o a cerrarse.

Pero, actualmente, son muchas las personas que se muestran favorables a dar una segunda oportunidad después de una primera cita. La razón fundamental es que mucha gente es consciente de la superficialidad de la primera y esperan que en la segunda haya un poco más de enjundia en la conversación y los gestos. Por otro lado, el mito del flechazo –¿existe realmente el amor a primera vista?–, que tanto se suele esperar en la primera, está sobrevalorado. Entre otras cosas, porque apenas ocurre y a la hora de la verdad tampoco se le da tanta importancia. Tal es así que, según los expertos, esas chispas no tienen porqué surgir desde un principio, pueden aparecer en cualquier momento –a–.

Qué hacer (y qué no hacer) en una segunda cita

Sube el nivel de la conversación

Hay temas que no habrás tocado en la primera, por pudor o por precaución. Este es el momento de hablar de lo que te interesa en cultura, política, etc. Muéstrale cuáles son tus inquietudes, tus gustos. Sé sincero, olvida la pose de la primera vez que quedasteis y serás mucho más interesante.

Diviértete

Estás ahí, sobre todo, para divertirte. No pierdas el tiempo con futuribles o poniéndote de mal humor con detalles que quizá no sean más que malentendidos. Sonríe y déjate llevar.

Si no te gusta, díselo

Si por cualquier motivo, con esta segunda cita has descubierto que no te gusta esa persona, díselo. Dar largas siempre será peor.

La cuenta, a medias

Lo de que invite uno de los dos debería dejarse para mucho más adelante, si es que la relación prospera. Las cuentas se pagan a medias y todos tranquilos.

No fuerces

Obsérvale, si te sientes incómodo por algo, díselo, pero sin presionar. Si crees que la otra persona no quiere seguir, pregúntaselo con tranquilidad. Con las cosas claras, siempre será mejor.

Relaciones sexuales

Es absolutamente irrelevante que os acostéis en la primera, en la segunda, en la cuarta o en la décima. Eso dependerá sólo de cuándo os apetece a los dos.