Cada vez que en la pantalla sale alguien con ese peinado, me despisto de la historia. Un pelo ondulado, brillante y nada natural. Da igual el personaje, puede tratarse de una protagonista, una secundaria o una extra. Tampoco importa su estrato social, la profesión o el carácter. Pero siempre son mujeres. Hablamos de la invasión de las melenas clónicas en las series de televisión.

Puedes estar viendo una comedia o un drama o un procedimental. A la que te descuidas, zaska, aparece algún personaje femenino con EL PELO. Una vez descubres este fenómeno paranormal, la paranoia crece y lo buscas en cada capítulo. Las hay incluso radicales, como Emily Witt, quien asegura en este artículo para el New York Times que sabe cuándo está viendo una serie directamente mala en cuanto sale ese peinado en pantalla. Así las distingue ella, que señala lo absurdo de que Sarah Jessica Parker lleve en Divorce el mismo pelo que la hacker de Mr Robot o las protagonistas de Love, New Girl, Scandal, The Mindi Project y Two Broken Girls. En las series buenas como Transparent, dice, ese peinado no sale nunca, porque las mujeres se atreven a salir despeinadas. Incluso con el pelo sucio.

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Jess en New Girl, antes muerta que despeinada.

Witt se dio cuenta viendo 'True Detective' de que la invasión de EL PELO estaba consiguiendo dimensiones de pandemia'. En una serie pretendidamente elevada, los hombres ajustaban sus peinados a su momento vital (Rust de joven con pelo corto y bien peinado, mientras que años después, alcoholizado, lo lleva pobre, largo y encrespado en una piojosa coleta), mientras que las mujeres aparecían invariablemente con EL PELO. Cuando los dos detectives se encuentran con una prostituta de caravana y ésta lleva ese peinado y un cuerpo perfecto cincelado a diario en un gimnasio, Witt se convenció de que True Detective es en realidad una serie del montón.

Sin llegar al extremo de Witt, podemos fijarnos en otras para entender que una serie puede ser buena aunque aparezcan mujeres que siempre van bien peinadas. En Big Little Lies, los personajes de Nicole Kidman, Reese Witherspoon y Laura Dern parecen recién salidos de la peluquería en todos los episodios (aunque sólo esta última, Dern, se ajusta al famoso peinado ondulado). Las tres interpretan a mujeres ricas, que perfectamente podrían ir así a diario. De hecho, en una escena, a Dern la maquillan en la terraza de su casa en lo que se entiende un día cualquiera de la semana. Sin embargo, la interpretada por Shailene Woodley siempre va despeinada, con moño o coleta. Ella no es rica como las demás y eso se nota en su ropa, pero también en su pelo.

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En Big Little Lies, la pobre Jane Chapman es la única que va despeinada.

Lo mismo pasa en Girls, una serie donde un pelo reseco y mal teñido importa tanto como una chaqueta deformada. Porque cuesta creer que una veinteañera pueda vivir en Nueva York y tenga tiempo y dinero para ir a diario como Carrie Bradshaw. Una serie, Sex And The City, por cierto, en la que se puede ver el momento en que la invasión de EL PELO comenzó a tomar formar. Las Carrie, Samantha, Charlotte y Miranda de las primeras temporadas llevaban el pelo natural, incluso cuando parecían recién producidas. A partir del ecuador de la serie, las planchas hicieron estragos y todas las mujeres que aparecían en pantalla iban peinadas prácticamente igual. Incluso los rizos parecen mentira.

Según este artículo de Rachett, hay varios motivos por los que EL PELO sale en tantas series de televisión. Esas ondas no se mueven tanto como un pelo liso y eso facilita la continuidad a la hora de rodar la historia. Además, también es más fácil que quede retirado de la cara, sin el incordio de los mechones tapando el rostro, algo que valoran mucho los directores. Y encima, favorece desde todos los ángulos.

Ventajas aparte, siempre llega un momento en que te das cuenta de la cruda realidad y notas el daño que han hecho las planchas del pelo a la humanidad. Cuando dejas de ver la televisión para ir a cenar y compruebas con horror que eres la única con el pelo reseco y encrespado, mientras el resto luce las mismas ondas brillantes que Mickey Dobbs.