¿Tienes más de 26 años y sigues soltera? Cualquiera en tu círculo de amigas te dirá eso de “Tranquila, es normal”. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la edad media a la que se contrae matrimonio en España – según el informe de 2013, el más reciente – es a los 33 años. Todavía te quedan siete. Sin embargo, otro estudio (mucho más reciente) indica que las probabilidades de casarte si has crecido en una gran ciudad se reducen considerablemente si no lo has hecho ya los 26. ¡Ups!

Los datos, no obstante, deben cogerse con pinzas: el estudio al que nos referimos ha sido lanzado por The Upshot – la web especializada en periodismo de datos de The New York Times – en colaboración con un grupo de economistas de la Universidad de Harvard que estudiaron las migraciones entre ciudades, los precios medios de la vivienda y las tasas de impuestos y observaron el importante rol que la casualidad de haber nacido en una ciudad o en otra juega en función a las probabilidades de casarse o seguir disfrutando de las ventajas de la soltería. De este modo nace El efecto Nueva York ya que, aunque la mayor cantidad de solteros se encuentran en Washington, el top 5 de “lugares single” son cinco áreas pertenecientes al Estado de Woody Allen. Y hablamos de una lista de 50 condados. Eso sí, en Estados Unidos. De ahí lo de las pinzas.

El estudio arrojaba otros datos que pueden resultar obvios: aquellos lugares cuyo voto fue para para el Partido Republicano en 2012 tienen más tendencia a que sus ciudadanos pasen por vicaría. Es decir: a mentalidad más tradicional, estilo de vida más tradicional. Pero también que en las ciudades pequeñas la gente se casa mucho antes, independientemente de su ideología. El estudio concluía con que, aunque hayan tomado la edad de 26 como ejemplo, las probabilidades de hacerlo más tarde de esta fecha se reducen. Especialmente si vives en Nueva York o en California.

Y pese a que no haya datos a este lado del Atlántico, podemos encontrar similitudes entre el estudio estadounidense para hacerlo más patrio: los índices de personas que viven solas han aumentado considerablemente en los últimos años. La crisis, el precio de la vivienda o la inestabilidad laboral son factores que influyen en que muchas parejas en edad de merecer retrasen el momento de pasar por el altar. Pero hay más: no es solo el dinero, es el estilo de vida.

De solterona a single

Si tienes entre 20 y 30 años seguramente la expresión “Te vas a quedar para vestir santos” te suene a parte del guion de un capítulo de Cuéntame. José Bustamante, psicólogo experto en parejas y autor del libro ¿En qué piensan los hombres? explica de manera clara el cambio de mentalidad: hace años –no muchos- la libertad se asociaba al matrimonio. Las mujeres, para poder salir del seno familiar y empezar una nueva vida debían hacerlo a través de un hombre. Hoy en día, las cosas han cambiado: la libertad puede lograrse individualmente. Es más, cuanto más hagas por ti misma –carrera, trabajo, hogar- menos necesitarás “al otro”.

La soltería también se ha liberado de los estigmas del pasado. Los psicólogos estadounidenses Steven Carter y Julia Sokol presentaban este cambio de mentalidad ya en los 90 en su libro El temor al compromiso: “El matrimonio dejó de ser la meta y la condición fundamental para ser alguien en la vida. Ahora las mujeres tienen sus empleos, sus profesiones y grandes posibilidades de progresar en sus carreras. Así, la mayoría tiene miedo de quedar encerradas en una relación tradicional y poco feliz".

El miedo al compromiso ha pasado de ser territorio exclusivamente masculino a zona común. ¿Mejor o peor? Sencillamente diferente. Las mujeres hoy tienen más intereses al margen del matrimonio y, por tanto, expectativas más altas en cuanto a la elección de un compañero apropiado. A partir de los 30 ya no eres una solterona, eres una single’ Un envoltorio mucho más amable para una situación que, en los tiempos que corren, ya no supone ningún drama. Los santos pueden ir aprendiendo a vestirse solos.