¿Por qué Croacia es el destino de moda para viajar?
Aguas cristalinas y mucho sol, estas son las claves de por qué Croacia es el nuevo destino 'top'.
Split
Split corta la respiración... Y también lo hacen sus playas. Pequeñas, recónditas, escondidas entre edificios y cementos, la Plaza Firule -playa, que no plaza- invita a pasar la tarde viendo el aterdecer en lo alto de su cima. El Adriático al fondo, el sol abrazando el mar... Con estos atardeceres, es normal que Croacia sea destino casi obligatorio de muchos españoles.
Palacio de Dioclesiano
Pero lo que corta realmente la respiración es el Palacio de Dioclesiano. Huelga decir que hay que tararear la banda sonora de Juego de Tronos mientras caminas por sus calles del centro. Hay a quien le recuerda a Italia, hay a quien le recuerda a una película... Split recuerda a todo y a nada. Se debe caminar por ella de noche y de día... De día para observar todo el esplendar de esta ciudad costera. De noche, para quedarse sorprendido por su inmensidad arquitectónica en una de sus terrazas.
Playa de Split
La playa principal de Split no es solo rincón obligatorio para tomar el sol... Es un buen lugar para bailar hasta las tantas. Primero copa en el puerto, después, paseo hasta esta playa donde en un rincón, los locales se amontonan al igual que la música, aunque eso sí, siempre electrónica. Si pides el Despacito, te lo pondrán con una base propia de Martin Solveig. Fiesta moderada, que siempre termina en el mismo sitio... Central.
Dubrovnik
Dubrovnik -o Desembarco del Rey- es una ciudades de la costa Dálmata más transitadas de Croacia... Y no solo por fans -y frikis- de Juego de Tronos. Las callejuelas de su centro histórico son un paraíso para aquellos que cuelgan todo en Instagram. ¿Lo mejor? Hacer méritos para la comida y subir las 716175363 escaleras -es una exageración- que llevan a lo alto de la ciudad. ¿Recomendación? Coger un apartamento en la colina de Dubrovnik para despertarse, café en mano, con las vistas de la ciudad a nuestros pies.
Centro de Dubrovnik
El centro de la ciudad tiene influencias de la República de Venecia... Y se nota. Cerca de la catedral podemos pasar la resaca del día anterior -ver siguientes fotos- mientras imaginamos como era la ciudad cuando un canal recorría el centro de punta a punta. La historia -también la de la Guerra de los Balcanes- se mezcla entre las piedras de cada edificio, mientras los souvenirs de Juego de Tronos y las camisetas marineras saludan a los turistas.
Dubrovnik
Es la calle más bonita de Dubrovnik, y también la más cara... Así que es mejor obviarla y perderse por las callejuelas que recorren la ciudad, antigua capital de la República de Ragusa. A la derecha de la avenida peatonal Stradun, restaurantes y pubs se despliegan por las calles y los escalones -porque sí, en esta ciudad croata hay muchos escalones-. La gastronomía local -imperceptible- se mezcla con platos italianos e internacionales. Porque sí, aquí se puede comer casi de todo. Imprescindible perderse entre las calles y tomar una copa. ¿Y después? Bailar hasta la mañana en Revelin, la discoteca de Dubrovnik que se encuentra en plena muralla.
Hvar
Pequeño puerto enmarcado en el Adriático, bien podría ser la hermana pequeña de Dubrovnik por sus múltiples escaleras. Si una noche se decide no salir, no es mala idea perderse por sus callejuelas y sus edificios antes o después de cenar. Y si se puede, hay que subir a la Fortaleza Española para observar las vistas más bonitas de la que llaman la isla de la lavanda.
Hula Hula
Y se dice que Hvar es la Ibiza croata porque viene gente desde Nueva York a Rotterdam para bailar hasta las tantas. Empieza la tarde en Hula Hula, mientras el DJ pincha y las copas bailan al compás de la música. Los atardeceres cortan la respiración y lo saben todos aquellos que repiten verano tras verano... ¿Y después? Continúa la fiesta en Carpe Diem. Primero en el puerto de Hvar. Después, ferry hasta las Paklinski Islands donde Carpe Diem tiene su segunda sede entre pinos y arena. Y nada más. ¿Hace falta seguir explicando por qué Croacia es el destino de moda?
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