"Son tantos y tan variados sus beneficios que al final el yoga engancha". Ana Rodiles (33 años, Madrid), a punto de conseguir el grado de instructora, comenzó a practicar esta disciplina oriental tan popular ahora en occidente por puro entretenimiento y curiosidad. Pero tal fue su grado de satisfacción y mejoría en cuanto a cuerpo y mente que poco tardó en darse cuenta de que también deseaba dedicarse al yoga de manera profesional.

Desde la Escuela Internacional de Yoga ha notado importantes beneficios que en una fecha como la de hoy, Día Internacional del Yoga, no queríamos obviar de cara a los que todavía (cada vez son menos) no han sucumbido a su influjo. Y es que, al contrario que otras modalidades de meditación o del clásico ejercicio físico puro y duro, el yoga es una de las prácticas más completas sin importar edad, sexo o condición.

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Aparte de equilibrar cuerpo y mente así como de aliviar dolores y tensiones musculares o mejorar la flexibilidad, tres características que son más que conocidas, cualquier modalidad de yoga posee otros beneficios más desconocidos para la mayoría a tomar en cuenta.

1. Reduce el estrés. Y no es un decir. Las respiraciones que acompañan a las diferentes posturas que se practican, ayudan a conocer mucho más nuestro propio cuerpo, a concentrarnos en ello y, en consecuencia, a olvidarnos de todo lo demás. El resultado es que sales de cada clase como una 'balsa de aceite', 'limpio'... Y es un punto a favor muy importante cuando estamos en una sociedad y en una época en la que cada vez todo va más rápido y casi no tenemos tiempo ni de respirar. Pues aquí por fin encontrarás ese momento, tu momento.

2. Unido a esto está la mejora en las relaciones sociales. Una mente sana, tranquila y equilibrada será mucho más capaz de ser feliz y transmitir esa felicidad. Además, y en esta línea, aumenta nuestra energía; revitaliza.

3. También reduce el peso. Y esto hay que dejarlo claro, ya que la mayoría de los que desconocen el yoga o están acostumbrados a realizar deportes más tradicionales, tienden a pensar que es imposible con esa 'calma y parsimonia' que caracteriza a esta disciplina. Pero la tonificación de los músculos es tal con su práctica que se nota en seguida también a nivel físico. Unido, lógicamente, a una mejora postural.

4. El sexo mejora. Sí, no es una leyenda urbana del yoga. "Algunas ásanas (posturas) como garudâsana y eka pada rajakapotâsana son muy beneficiosas para la pelvis, lo que genera que aumente la sensibilidad y el deseo sexual", explica Ana Rodiles. Y añade: "La Setu Bandha Sarvangasana es una postura que hace que se ejercitan los músculos pélvicos tonificando la vagina, lo que mejora la calidad y cantidad de los orgasmos". Y, lógicamente, al aumentar tu flexibilidad aumentas tu abanico de posturas sexuales, algunas a las que antes no llegabas.

5. Unido a esto se encuentra la mejora en el flujo sanguíneo que se logra a través de las diferentes posturas que se practican solo en yoga. Y si éste mejora, también lo hace la sensibilidad y el deseo sexual.

6. María Beracoechea, profesora de yoga, destaca igualmente este último punto desde la escuela María Yoga (C/ Santa Ana 4, Madrid). Y añade otros grandes beneficios igualmente más desconocidos: "Reactiva el sistema inmune, regula el sistema endocrino, mejora (a consecuencia de esa práctica de respiraciones) el sistema pulmonar y respiratorio en general, mejora la fuerza y aumenta la memoria al trabajar tanto el tema de la concentración".

Si todavía no lo tienes claro, no dudes en asistir a alguna de las clases de prueba que siempre ofertan en los diferentes centros especializados. Y es que, como comentábamos al principio, nunca es tarde y todo el mundo es bienvenido además de que se puede practicar incluso al aire libre. El próximo 29 de junio a las 18.30h, sin ir más lejos, María Yoga ofrece una clase especial. ¿Te animas?