Megan Fox es la última celebridad en situarse en el punto de mira de la comunidad virtual por subir una fotografía de su hijo pequeño. Sin embargo, la polémica que afecta a la actriz va más allá del debate de la exposición de los más pequeños en las redes sociales. En esta ocasión, se trata de una cuestión de prejuicios y estereotipos, cuya última víctima ha sido el pequeño Noah.

Megan Fox compartía un collage compuesto por varias imágenes de sus hijos y, en una de ellas, aparecía Noah, de cuatro años, disfrazado con un vestido de princesa, correspondiente al personaje de Elsa en la película de Disney Frozen. Esta película, que supuso un antes y un después en la historia de Disney, caló en seguida entre los más pequeños, y niños de todo el mundo quisieron imitar a sus personajes, que se posicionaban como referentes para ellos, como había pasado en otras ocasiones con distintos personajes de dibujos animados.

La diferencia, en esta ocasión, es que las protagonistas, las princesas y guerreras de esta película, eran personajes femeninos. ¿Qué pasaría si una niña se siente inspirada por personajes como Batman o Superman? Absolutamente nada, es algo que llevamos viendo a lo largo de los años, puesto que las princesas de las películas se limitaban a aparecer en escena con vestidos voluptuosos y siempre acompañadas de un príncipe salvador. Ahora, los roles han cambiado, las princesas actúan y son absolutas protagonistas, por eso no es de extrañar que tanto niños como niñas quieran imitar a esos personajes que admiran.

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Sin embargo, parece que los estereotipos no están del todo superados en algunos sectores de la sociedad. Cuando Megan Fox compartió la imagen en Instagram, su muro pronto se llenó de comentarios: muchos de apoyo, sí, alabando el gesto de la actriz y situándola como ejemplo a seguir; pero, otros, criticaban su acción, y la juzgaban por falta de consideración, alegando que, cuando el pequeño creciese, probablemente se avergonzaría de aquellas imágenes. Algunos de los comentarios decían: "No creo que sea buena idea. Los niños a esa edad aprenden muy rápido y pueden confundirse y creer que eso está bien. Perdón por ser honesto", o "¡Oh! Una familia estupenda, pero, creía que Noah y Bodhi eran... ¿chicos?".

Pero Megan Fox no ha sido la primera víctima de una polémica de este calibre, causada por pensamientos retrógrados y conservadores. Adele fue objeto de debate cuando, paseando por el parque de Disneyland, fue fotografiada junto a su marido y su hijo; este último, vestido de la princesa Anna de Frozen. Otra de las celebridades que vistió a su pequeño del personaje protagonista fue Charlize Theron, mientras paseaban juntos y él lucía una gorra con la trenza de Elsa incorporada.

Lo que está claro es que ha llegado el momento de que la sociedad supere todos los estereotipos y, por el bien de los más pequeños y de su futuro, aboguemos por la libertad de expresión, de identidad y condición sexual.