7 mansiones para un retiro hedonista a Irlanda

En una pequeña isla al sur de Waterford se encuentra el singular castillo de la ciudad. El actual es del siglo XVI pero ya había allí uno levantado en el siglo VI. No en vano, estamos ante el primer asentamiento vikingo en Irlanda. Hoy alberga un pequeño y opulento hotel de apenas 10 habitaciones (cinco de ellas, suites) cuyo interior mantiene la decoración medieval y, los cuartos, la esencia de la década de los años 20 y la Belle Epoque. En la isla, además de rutas de senderismo, hay un campo de golf y una casa club, se puede practicar el tiro al pichón, el tiro con arco, el cróquet y la cetrería; y degustar una gran carta de cervezas. En los baños, amenities de The Hand Made Soap Company.

Más información: desde 160 €/noche. waterfordcastleresort.com Foto: Antonio Campoy.

Considerado uno de los rincones más románticos de Irlanda, en el condado de Mayo, este castillo medieval se levanta en un gran terreno de jardines y bosque desde 1228. Perteneciente a la cadena Leading Hotels of the World, se compone de 82 habitaciones en las que se ha respetado la decoración tradicional, algo abigarrada, de principios de siglo, con dormitorios en vivos colores y muebles clásicos (destaca la Suite Presidencial, prácticamente una alcoba digna de un monarca saudí, con dos gigantescos baños de mármol). Su oferta de restauración es inmensa, con varios bares y restaurantes a la carta, además de bodega, sala de cigarros y salones de té. Además, se completa con un campo de golf.

Más información: desde 335 €/noche. ashfordcastle.com

A pocos minutos al sur de Kilkenny, una de las ciudades pequeñas más interesantes de Irlanda, cuna del ocio y la buena vida, así como de algunas de las cervezas más míticas, encontramos esta imponente mansión del siglo XVII. Sus praderas parecen infinitas, y aun hay espacio para un gigantesco campo de golf, sede del Irish Open y diseñado por Jack Nicklaus. Su restaurante, el Lady Helen, cuenta con estrella Michelin y sus 31 habitaciones están decoradas con estilo eduardiano. Ofrece la posibilidad de montar a caballo por la finca gracias a su propia cuadra, así como jugar al snooker o aprender el arte de la cetrería. Además, en los paseos podremos cruzar puentes de piedra del siglo XVIII, los más antiguos en pie de Irlanda.

Más información: desde 160 €/noche. mountjuliet.ie Foto: Antonio Campoy.

En el condado de Kildare se encuentra el hotel que albergará el Irish Open de este año. Al oeste de Dublín, el K Club también acogió la Ryder Cup hace una década, manteniendo sus campos desde entonces como dos de los mejores de Europa. El hotel se encuentra en una alargada serie de edificios construidos en 1832, junto al río Liffey y en un estilo neoclásico, con paredes blancas y columnatas, presidiendo una gigantesca área de jardines y bosque de más de dos kilómetros cuadrados. Su spa es una joya (al estar a media hora de Dublín, muchos dublineses se regalan una tarde de placer allí) y su restaurante The River Room, de llamativas paredes forradas en rojo, otra, con platos del maestro cocinero Finbar Higgins.

Más información: desde 390 €/noche. kclub.ie

A poca distancia del centro de Derry, una de las joyas históricas de Irlanda del Norte, encontramos esta casa de campo del siglo XVIII reconvertida en hotel. La elegancia de estilo georgiano se aprecia en todo tipo de detalles, pero especialmente en las 27 habitaciones que se reparten por las dos plantas del complejo, tanto en sus dormitorios de época como en los cuartos de baño, con bañeras de mármol y garras de león, así como grifería inglesa tradicional. Una de las actividades más demandadas aquí es la equitación, para la que cuentan con su propia cuadra y rutas ya creadas para el paseo. Cuenta con una Master Suite y dos Junior Suite y en su restaurante a la carta ofrecen platos caseros de tradición norirlandesa, sobre todo pescado.

Más información: desde 185 €/noche. beech-hill.com

Al suroeste de Irlanda, Lady Gordon creó en 1913 un hotel de apenas 18 habitaciones junto a la orilla del lago Caragh. Hoy es una de las referencias del lujo campestre de Irlanda, un cinco estrellas que ha sabido respetar el ambiente de hace un siglo en el mobiliario, la decoración y el propio edificio: una mansión de ladrillo y tejados a dos aguas de tejas de pizarra. Pero que, al mismo tiempo, se ha ido renovando y adaptando a las necesidades del viajero actual. Las habitaciones se reparten por el edificio principal (con camas de dosel, escritorios de época, tocadores de estilo versallesco...) y la casa del jardín (de corte más moderno y funcional). Su punto fuerte son los jardines, pero también su restaurante, especializado en cordero de Kerry y salmón del Atlántico.

Más información: desde 200 €/noche (cerrado de noviembre a abril). ardnasidhe.com

Cuando Enrique XI regaló a los Aylward un gran terreno al sur de Irlanda en 1177 no podía imaginar que allí se levantaría un castillo y, posteriormente, un palacete neoclásico de corte victoriano, referente del lujo irlandés casi un milenio después. Pero es precisamente esto lo que encontramos al traspasar las verjas de Faithlegg, un retiro para el golf de altura, diseñado por Paddy Merrigan con todo tipo de lomas y grados de dificultad. La mansión alberga 14 habitaciones, aunque se ha edificado un anexo donde hay otras 66 y dos suites. Tras los hoyos, nada como relajarse en sus salones interconectados, el de en medio, con una espectacular barra con todas las cevezas irlandeses imaginables a nuestra disposición.

Más información: desde 110 €/noche. faithlegg.com Foto: Antonio Campoy.