Sin duda, durante el pasado año fue la calle que acaparó la mayoría de las visitas (y flashes, por eso del 'boom' Instagram) de la capital. La madrileña calle Ponzano, en el castizo barrio de Chamberí, sufrió uno de esos repuntes gastronómicos, de incesantes aperturas, que la llevó a convertirse en el "punto caliente" (a nivel gastronómico) de la ciudad. Esa calle en la que todo el mundo pensaba cuando alguien hablaba de restaurantes y que tuvo el "privilegio" de contar con un hashtag: #Ponzaning. Pero 2016 ha comenzado otorgando protagonismo a otras zonas y calles de la ciudad, el circuito "foodie" se amplia. Nuevas aperturas en la calle Jorge Juan, existe otro Alonso Martínez diferente al de Las Salesas, Eloy Gonzalo se ha convertido en uno de los puntos de referencia para los más jóvenes de la capital o la calle Ibiza, hoy convertida en el mejor lugar para apostarse en la barra de un bar y tomar una de esas tradicionales tapas (acompañadas de una caña). Hoy, en Harper's Bazaar, dibujamos con palabras el nuevo callejero gastronómico de Madrid. ¡Toma nota!

- La calle Eloy Gonzalo, novedad en el barrio de Chamberí. A pocos metros de la zona menos transitada de la céntrica calle Fuencarral y con comienzo en la Glorieta de Quevedo, esta calle se ha posicionado en poco tiempo en una de las más concurridas de la ciudad, en lo que a cuestiones gastronómicas se refiere. Inauguró esta ronda de aperturas el restaurante Perrachica, el último local (por poco tiempo) del exitoso grupo 'Larrumba'. A este le ha seguido el recién inaugurado Gonzalín Bar a Secas, un local que nace con la intención y el alma de un bar "de toda la vida" con una luz y un interiorismo altamente cuidados. Allí podrás desayunar, "tapear", comer su menú del día, cenar o tomar la primera copa de la noche. Aunque también en esta calle, como en todas, existen clásicos que no pasarán de moda, como Nino (con mantel de papel) perfecto para el menú del día o la tradicional sidrería vasca Sagaretxe que cuenta con una amplia barra de 'pintxos' y auténtica cocina vasca.

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- Jorge Juan, las gastro-calle del barrio de Salamanca. Aquí, ya están algunos de los restaurantes más prestigiosos de la capital, como Alkalde (y su clásico azul) o El Paraguas (ahora con una amplia y renovada terraza aclimatada). Pero si existe un punto clave a la hora de las comidas y las cenas (también para la primera copa de la noche) es el pequeño y mágico callejón de Puigcerdà. Aquí encontramos la relajada apuesta gastronómicas de Pepe Caldas, con Babelia y Taberna Los Gallos a la cabeza, dos locales muy concurridos. Allí también están ubicados restaurantes como Cinco Jotas, con un redondo y acogedor interiorismo del estudio Tarruella Trenchs y una carta realmente sorprendente (aquí, no sólo encontrarás jamón) o el recientemente inaugurado La Máquina. Al comienzo de la calle también encontramos La Bien Aparecida, un tercer proyecto de Paco Quirós en Madrid, en el que degustar una amplia variedad de platos de cocina tradicional. Pero esto no es todo, la calle Jorge Juan espera próximas aperturas como la del antiguo local de Pan de Lujo ahora en manos del prestigioso restaurador Sandro Silva. Pero también tramos de calles aledañas, como Velázquez, se llenan de restaurantes. ¿El último? BumpGreen, un local con filosofía "slow food" con las miras puestas en los productores y la materia prima de sus apetecibles platos.

- Ibiza, la calle de los restaurantes en el barrio de Retiro. Dicen que ya a finales de 2015 la calle Ibiza restó un tremendo protagonismo a Ponzano, la indiscutible reina en ese momento. El Retiro es, sin duda, una de esas zonas de la ciudad para disfrutar de la comida más tradicional y castiza. Aquí, son imprescindibles las cañas y tapas de los fines de semana, una ruta con muchas paradas. Entre otros, encontramos la nueva Taberna Pedraza, un proyecto de interiorismo de Lázaro Rosa-Violán, donde el producto y la cocina lenta se convierten en los totales protagonistas. También acaba de abrir sus puertas Kulto, situado en el número cuatro de esta emblemática calle madrileña, un proyecto que rinde culto a la gastronomía, a la cocina de fusión, de autor y de mercado. Del mismo modo, calles muy cercanas como Doctor Castelo o Menéndez Pelayo poseen restaurantes con parada imprescindible si pisas la zona, como La Raquetista y su amor por el producto y la recetas "de toda la vida", Arzábal y sus croquetas, la barra de Marcano o dos "clasicazos" de la zona: La Castela o la Taberna Laredo.

- Alonso Martínez, más allá de Las Salesas. El barrio de Las Salesas tuvo su momento, pero es quizás este año el año de la otra ala del barrio de Alonso Martínez, la sección ubicada al otro lado de la calle Génova. Una zona en la que los restaurantes aparecen en forma de goteo por diferentes calles, ninguna en particular. Es el caso de la apertura de La Vaquería Montañesa, en la acogedora calle Blanca de Navarra. El último proyecto de Carlos Zamora en la capital, con una marcado interiorismo con piezas de mobiliario internacionales y una carta honesta y plagada de producto del Norte. También, y a pocos metros, nos encontramos con es el La Rôtisserie, en el número veinticinco de la calle Fernando El Santo (frente al, ya, clásico Bar Tomate, del Grupo Tragaluz). Un restaurante especializado en aves (el clásico pollo asado) y decorado por Mercedes Peralta y Mercedes Valdenebro, (Las2Mercedes) uno de los dúos más solicitados del momento. ¿Más aperturas? Es el caso, por ejemplo, de Pink Monkey y su cocina fusión en la calle Monte Esquinza, donde podremos encontrar "clásicazos" como La Parra (en el número treinta y cuatro).

- Y a Ponzano (también) hay que volver ir sí o sí. En esta calle existen locales que no dejarán de sorprendernos. Es el caso de MUTA, uno de los proyectos de Javier Bonet en esta calle, un restaurante que realiza una mutación cada cierto tiempo. Una mutación en la que entra en juego el interiorismo, la carta y la filosofía total del restaurante. También la ya clásica (y siempre llena) Sala del Despiece, junto a la Academia, otro de los restaurantes que cambia de forma habitual su carta, para adaptarse a los nuevos "temarios" gastronómicos que deberán aprender los alumnos. ¿Alguna de las últimas aperturas? La Taberna Averías, un proyecto puesto en marcha en enero de 2016 en el vino es el protagonista. Cuentan con el (gran) asesoramiento de Juanjo López (de La Tasquita de Enfrente y el Porrón Canalla, en el barrio de Malasaña) y el afinador de quesos José Luis Martín.