48 horas en el Berlín más alternativo
La capital del grafiti y del arte callejero recibe al turista entre cervezas, museos, deliciosa gastronomía, bicicletas y un recuerdo constante al Holocausto.
Berlín es la capital de Alemania y para entenderla, uno tiene que alejarse de todo lo que conoce del resto del país. Ni la cosmopolita Frankfurt, la bella Baviera o a la mágica Selva Negra, se asemejan o tienen un mínimo parecido a Berlín, una ciudad que late por sí misma, cultural, alternativa, diferente, tolerante y viva. Así es la capital de Alemania.
La forma más fácil de llegar a la ciudad es en avión, bien a través del Aeropuerto deBerlín-Tegel o el Aeropuerto de Berlín-Schönefeld. Ambos se encuentran a menos de una hora de Berlín y cuentan con conexiones diarias desde diferentes partes de España y del resto del mundo. La primera sensación nada más pisar la ciudad, es no saber muy bien qué te vas a encontrar, porque sí, Berlín tiene todo lo que te puedas imaginar y ¡mucho más!
Si eres de esos viajeros a los que no les gustan salir de la zona turística, el mejor consejo es que cojas un hotel por la zona céntrica de Mitte, alrededor de la Puerta de Brandemburgo, Friedrichstrasse o Postdamer Platz; pero si lo que de verdad quieres es descubrir el verdadero Berlín, su gente, sus barrios, su gastronomía y su lado más alternativo, no dudes en alojarte en Kreuzberg o Prenzlauer Berg, dos de los barrios más de moda de la ciudad. El primero, es conocido como la 'La Pequeña Estambul' debido a que el 40% de su población es de origen turco y es famoso por su amplia diversidad cultural, sus precios baratos y sus fantásticos lugares donde degustar la gastronomía alemana. En la parte noroeste de la ciudad se encuentra Prenzlauer Berg, un barrio bohemio, aburguesado y con vida, donde los jóvenes alternativos que llegaron hace años al barrio ahora han formado su propia familia pero siguen manteniendo los mismos ideales de siempre. Ahora conviven estudiantes, familias y ancianos tanto ricos como pobres en esta zona de Berlín que merece la pena disfrutar. Si eres fan de los barrios de La Latina (Madrid), Gótico (Barcelona) o Ruzafa (Valencia) desearás quedarte a vivir en Prenzlauer Berg, ubicado a tan solo 3 paradas de Alexanderplatz.
Tanto Kreuzberg como Prenzlauer Berg son dos barrios más que acertados para satisfacer toda exigencia culinaria. La famosa salchicha alemana conocida como currywurst se puede degustar en Curry 36 ubicado en la calle Mehringdamm 36 en Kreuzberg, catalogado como uno de los mejores lugares donde tomar currywurst en Berlín. Para probar los schnitzels, otro de los platos más famosos de la gastronomía austriaco-alemana, uno tiene que acercarse hasta Felix Austria en Calle Bergmannstraße 26, también en Kreuzberg. En Prenzlauer Berg, todas las calles están repletas de restaurantes y bares que ofrecen una gran variedad de platos típicos de diferentes partes del mundo. Si quieres visitar una tradicional taberna alemana la puedes encontrar en Prater Graten Berlín, con música, salchichas y mucha cerveza. Para tomar algo y descansar de una jornada de turismo, An einem Sonntag im August es un local que llama la atención desde la calle y te enamoras de él una vez dentro. Da igual lo que te apetezca comer o cenar, seguro que en este famoso barrio de Berlín, lo puedes encontrar.
Pero basta de hablar de comer, pues la ciudad no solo es gastronomía (que también). ¿Qué se puede visitar en la ciudad? Todo aquello que te puedas imaginar: la Isla de los Museos, el Berlín comunista, todos los homenajes y memoriales que se han construido en torno al Holocausto, la East Side Gallery, Alexanderplatz, el Reichstag, la Puerta de Brandemburgo, el Checkpoint Charlie y numerosas atracciones más.
El consejo más importante para el viajero que visite por primera vez Berlín, es que repita. Es culturalmente tan rica que en unos días solo se puede ver lo esencial, pero en realidad lo que más atrae de la capital de Alemania, es aquello que no está a primera vista del turista y uno tiene mirar más allá para descubrir lo mejor de la ciudad.
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