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A veces el amor no basta. Estás con la persona que crees adecuada, la sigues queriendo, te atrae, no hay una infidelidad o engaño ni nada imperdonable como excusa, pero sientes que no puedes seguir con ella. Hay algo, quizá una voz interior, que te empuja a terminar esa relación y seguir tu vida sin ella, aunque la sigas amando.

El tiempo suele dilatarse en esas rupturas, las dudas y los miedos son tan difíciles de superar que el dolor se vuelve casi físico. Alejarte de alguien a quien sigues amando va contra nuestra naturaleza sentimental. Es duro aceptar que no vas a volver compartir tus días junto a esa persona. Aunque el amor siga ahí, sabes que eso no es suficiente.

A veces ocurre porque los proyectos vitales no son los mismos. Tú quieres hijos y el otro no; tú planeas un futuro en un país extranjero y el otro no; tú empiezas a necesitar cosas nuevas y sabes que no las encontrarás con esa persona. Sea por lo que sea, hay que armarse de valor para aceptar que esa persona a la que sigues queriendo no te basta. Ahí es cuando te das cuenta de que el amor es importante, pero no lo único.

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Carrie Bradshaw y Mr. Big tampoco llevaron muy bien el romper y seguir enamorados.

Como en todas las rupturas, no ocurre de un día para otro. Durante un tiempo, la inercia de la pareja va cambiando y esa etapa, si la dejas pasar, puede durar años. Pero llega un momento en que es insostenible, por más que ames no consigues ser feliz. Y es en ese momento, el instante en que te das cuenta de lo inevitable, cuando debes reunir toda la valentía de la que eres capaz, toda tu fuerza posible, para romper y alejarte de ella. Para irte, encontrarte y empezar esa nueva vida que te espera.

Según explicó en Psycology Today la psicóloga Jennice Vilhauer, hay cuatro pasos que tienes que dar cuando rompes con una pareja a la que aún amas.

No necesitas ser su amigo

Lo de ser amiga de tu ex suena muy civilizado, pero no es necesario. Sobre todo en un principio, cuando la ruptura es reciente y la herida aún supura. Duele mucho sacarla de tu vida, pero en esos momentos lo importante es que cuides de ti mismo. El tiempo dirá si seguiréis siendo amigos en un futuro o la amistad, como el amor, quedará en cosa del pasado. Ahora debes aprender a ser tú mismo tu mejor amigo. Si hay hijos de por medio, una buena relación entre los padres no tiene que significar amistad. Tendrás que descubrir esa nueva forma de relacionarte con tu ex pareja.

Deja las fantasías de un lado

A veces idealizamos a nuestras parejas y eso hace que la ruptura cueste mucho más. Deja de recordar los buenos momentos y céntrate en la realidad. Es esa realidad, la verdadera relación, la que estás tratando de romper. Recuerda tus motivos y no te recrees con fantasías. Tu mente trata de curar a tu corazón, por eso cuesta tanto y duele aún más. Por eso, a la que te descuidas, añoras tiempos pasados junto al otro. Una buena estrategia, según Vilhauer, para superar estos momentos es simplemente anotar todas las cosas dolorosas que puedes recordar que sucedieron durante la relación y leértelas a ti mismo mientras haces el esfuerzo de rememorar vívidamente esos recuerdos hasta que los sentimientos dolorosos disminuyen. Es importante no dejarse llevar por la ira, sino recordar la verdad completa de por qué la relación terminó. Con esto, aceptarás la ruptura y luego llegará la calma y el perdón.

Actúa con calma. No te dejes llevar por la ira

Es importante aprender a perdonar. Sea lo que sea lo que te haya llevado a romper con tu pareja, lo mejor es aceptarlo sin dejarse llevar por la ira. Hay que intentar no hacer daño al otro, sobre todo, porque os seguís queriendo y la sola ruptura ya conlleva dolor. De vez en cuando, intenta ver las cosas desde su perspectiva, empatiza y reconcíliate con la situación.

¿Quién dijo que seguir amándose no fuera bueno?

El amor nunca está mal. Pero la madurez personal es reconocer que el amor por sí mismo no siempre es suficiente para hacer que una relación funcione. Hay otros factores, como el momento vital, los valores incompatibles o las decisiones que tomamos, que juegan un papel fundamental a la hora de mantener una pareja. A veces, asegura Vilhauer, la única manera de dejar ir es amar a alguien lo suficiente como para querer lo mejor para ella, incluso si eso significa no estar juntos. Eso ocurre porque el amor puede cambiar, evolucionar con el paso del tiempo. Gran parte del dolor que sentimos es debido a la pérdida, por eso es importante darse cuenta de que nunca perderemos a esa persona querida, sostiene la psicóloga, porque ella permanecerá para siempre en nuestros recuerdos.

No lo olvides: quiérete más a ti mismo

Lo más importante es quererse a uno mismo y tratar de enmendar la autoestima. Es un tópico repetido mil veces, pero es la verdad. Si lo piensas bien, te darás cuenta de que has dado el paso de dejar a esa persona a la que aún amas porque te quieres más a ti mismo. Eso está bien. Enfrentarse al dolor y a tus miedos harán de ti una persona leal a ti mismo. Perdónate por los error pasados, deja de culparte y olvida los reproches. Las emociones negativas sólo retrasarán el proceso de curación.

Fecha original del artículo: 2016.