Da tanto miedo que puede asfixiar. La soledad es uno de los mayores temores, nos paraliza y nos arrastra hasta el punto de poner nuestra vida en suspenso. Hay quien se encuentra cómodo en ella, pero la mayoría no soporta ni siquiera la idea. El ser humano es un animal social, para lo bueno y para lo malo, tendemos a buscar la compañía. Por eso es tan fácil engañarse y aferrarse a una pareja con la que ya no compartes nada: cualquier cosa es mejor que quedarse completamente solo. Así de poderoso es el miedo. Así de embustero.

Si te resulta familiar ese temor, si te reconoces en ese temblor, en esa angustia que empieza en la boca del estómago y se extiende hasta paralizar tu cuerpo entero, conviene que sepas que no estás solo. Según este estudio publicado por The Journal of Personality an Social Psychology, el miedo a quedarse solo y volver a estar soltero nos empuja a conformarnos con una pareja que ya no nos aporta nada.

Este equipo de investigadores de la Universidad de Toronto estudió cómo el miedo a la soledad afecta a las relaciones románticas. El 40 % de los adultos que participó en el estudio confesó que temía no tener un compañero de largo plazo; al 18% le aterraba convertirse en un solterón o solterona; ek 12% temía perder a su pareja actual; el 11%, envejecer solo; el 7%, no tener hijos, no formar una familia; el 7% aseguró que se sentiría inútil si se quedaba solo; el 4% temía los juicios negativos de otros; y el 0,7% dijo que cualquier relación, aunque fuera horrible, era mejor que ninguna.

Entonces, ¿cómo afecta ese miedo al comportamiento en las relaciones románticas? En la misma investigación, concluyeron que debido a ese temor, muchos tendían a permanecer en relaciones tóxicas o simplemente a conformarse con parejas con las que ni siquiera conectaban. Los expertos vieron que aquellos que temen la soltería pueden priorizar el estatus de la pareja por encima de la calidad de la relación. La sola idea de volver a estar solos les provoca ansiedad, a veces tan profunda que puede derivar en auténticos ataques de pánico.

Pocas cosas hay más satisfactorias que superar un miedo, conseguir salir de tu zona de confort. Con la soledad ocurre como con otras fobias, una vez has reunido toda la valentía de la que eres capaz para mirar de frente ese temor, te conviertes en una persona distinta, en una persona mejor. Tú reinvención debe empezar siempre por controlar tus miedos, por aceptarlos. Cuando lo consigues, esa liberación te acompañará para el resto de tu vida. Y sabrás que si estás con esa persona, no es por miedo, ni comodidad ni conformismo. Estás con ella porque la quieres de verdad, porque primero has conseguido quererte a ti mismo, algo mucho más difícil.

Cómo no nos gusta hablar de consejos, veamos algunas cosas que puedes hacer para superar ese miedo a la soledad:

-Sé sincero contigo mismo
Dedica un tiempo a pensar qué sientes. Es muy fácil caer en el autoengaño, así que esfuérzate en ser lo más honesto posible. Rebusca entre tus sentimientos. Si lo necesitas, haz incluso una lista de las cosas que temes, de las situaciones que te horrorizan con solo pensarlas y de las que hacen que te sientas bien. Quizá así lo veas más claro.

-Busca momentos a solas

Eso no quiere decir que te tires horas mirando la tele o conectado a internet. Haz cosas solo: dar paseos, ir a un restaurante, incluso viajar. Las fobias se suelen superar por exposición y con la soledad ocurre lo mismo. Quizá al principio sufras, notes angustia y desesperación. Dosifícate. Empieza poco a poco, con un café a solas, luego con un paseo... Si lo necesitas, márcate los objetivos.

-Recurre a tus amigos
La amistad cura casi todos los males. Los amigos te ayudan, te apoyan, son tu consuelo. Cuida a los de verdad y haz planes con ellos.

-Conoce a gente nueva
Y para eso tendrás que salir. A medida que vayas conociendo a otras personas, te abrirás y el miedo irá menguando. Hay muchas posibilidades ahí fuera como para conformarse con algo que ya no quieres.

-Ve al psicólogo
Si notas que eres incapaz de superarlo solo, ve a un psicólogo. Te sorprendería saber de hasta dónde puedes llegar gracias a la ayuda de un profesional.