Hay personas con la siniestra capacidad de mover a su antojo a los demás, como si los dominara por control remoto hasta conseguir lo que quieren. Hablamos de los manipuladores, gente egoísta que utiliza el miedo y la culpa como armas para acabar con la voluntad de los otros. A veces son asertivos e incluso violentos. Otras, son tan dulces y simpáticos, que ni siquiera se les ve venir.

Todos recibimos la influencia de la sociedad, que puede ser incluso sana, que nos hace recapacitar y hasta mejorar como personas. Por eso no conviene confundirla con la manipulación emocional: el manipulador utiliza a la otra persona (o a un grupo) deliberadamente para su propio beneficio. Anula la voluntad y la retuerce para servirse de ella. Sus víctimas, pierden su libertad.

Suelen ser personas que te conocen muy bien, como explica la terapeuta Darlene Lancer. El manipulador puede ser tu pareja, alguien de tu familia o un amigo, que sabe tus debilidades y las utiliza para llevarte a tu terreno. Cuando has sido manipulado, siempre acabas sintiéndote mal, aunque no sepas muy bien por qué.

Y empiezas a hacerte preguntas:

¿Cómo es posible que tu ex consiguiera que volvieras con él, si ya no le quieres?
¿Qué haces de vacaciones en Murcia, si le dijiste que no te apetecía nada?
Tantas veces te ha dicho que nadie te querrá tanto como él, que eres incapaz de dejarle aunque apenas le soportas.
Si me dejas, me muero.
¿Cuántas veces le has pedido perdón hoy?
¿Cómo consigue que esté tan pendiente de él?

Aunque hay personas más propensas a ser el blanco de un manipulador (por falta de autoestima, por la necesidad constante de agradar a los demás, etc), lo cierto es que todos podemos ser alguna vez víctimas de uno. A veces, son fáciles de detectar; otras, no tanto. Por eso conviene tener en cuenta algunas señales que pueden hacer saltar las alarmas para evitar que anulen nuestra voluntad:

-Luz de gas
Hacer luz de gas o en inglés gaslighting. Consiste en conseguir que alguien dude de sí mismo, de lo que siente, de lo que piensa y hasta de lo que ve. El manipulador miente deliberadamente, finge que no dijiste algo, omite información, retuerce la verdad y reinventa las situaciones pasadas. Una vez te haya manipulado por completo, tú sentirás que no puedes confiar en ti mismo y te fiarás más de él. Te tendrá bajo su control.

-Te abruma con datos o estadísticas
Algunas personas disfrutan con la intimidacióni intelectual. Como explica aquí el terapeuta Preston Ni, fingen ser expertos en algo y se aprovechan de ti imponiendo su punto de vista, abrumándote con una retahíla de datos o estadísticas de los que seguramente no sepas nada. Según Ni, algunas personas usan esta técnica manipuladora sólo para sentir superioridad intelectual.

-La manipulación evidente

La manipulación burda, demasiado evidente, cuando ni siquiera se molestan en disimularla. Por eso es tan fácil de reconocer. Por ejemplo, tu pareja te pide que pongas una colada. A ti no te apetece nada y le dices que no, pero su tono de voz y la expresión de su cara se vuelven hostiles: Si no haces lo que te digo, algo malo te va a ocurrir, más te vale hacerme caso. Ni siquiera hace falta que lo diga en voz alta, le has entendido perfectamente y entonces dices: "Claro que sí, ahora mismo la pongo". Lo más probable es que después te diga que no te tendrías que haber molestado en ponerla, y encima quedará como una buena persona.

-Te lleva a su terreno
La manipulación es cuestión de control. El manipulador quiere controlar y para eso lo mejor es que lo hagáis todo en lugares donde él se siente más seguro. Como explica Teresa Newsome en este artículo, mal asunto si estáis siempre en su casa, si váis siempre a los sitios que él decide y nunca a los que a ti te gustaría. En definitiva, si hacéis más su vida que la tuya.

-Si de verdad me quieres...
Si tu pareja te pide constantemente pruebas de tu amor por ella, es más que probable que te esté manipulando. A veces, en situaciones que incluso pueden parecer pueriles, pero lo hace siempre para conseguir lo que quiere. Un ejemplo: "¡Si me quisieras de verdad, irías tú a comprar el pan!". Otras veces, pueden ir más lejos: "Si realmente me amas, tendrías un hijo conmigo" .

-Chantaje emocional
Esta es una artimaña que usa el miedo, la culpa y la vergüenza para mantenerte bajo su control. Ejemplo: "Si me dejas, me mato". O, "sin ti me muero". Como explica Lancer, el chantaje emocional es abuso emocional. Este tipo de manipulación puede incluir el uso de rabia, intimidación, amenazas, vergüenza o culpa. El chantaje, el ponértelo difícil, es un método para crearte dudas y hacerte sentir inseguro. A veces, recurren a amenazas: "A tu edad, si me dejas, nunca conocerás a nadie"; "Nadie te querrá tanto como yo".