No es la primera vez que actrices o modelos responden a un comentario desafortunado sobre su cuerpo. De hecho, tan pronto son agasajadas por sus seguidores como son cruelmente atacadas por alguno de ellos. Con el auge de las redes sociales, la libertad de expresión ha llegado a su máximo apogeo, difuminando la fina línea que separa el bien del mal, la opinión del respeto y el insulto de la crítica. Más aún cuando se trata del físico. Por eso, Blanca Suárez no ha dudado en contestar a un tuit en el que asociaban con tener unos kilos de más.

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Y acto seguido, la actriz lo ha compartido en su perfil de Instagram sacando a debate, una vez más, el concepto de Body Shaming. Como podrás imaginarte, es un término que nació en la era de Internet y que hace referencia al acto de criticar o avergonzar a alguien por su cuerpo. Así, con este tipo de comentarios, el archienemigo del Body Positive (que promueve justamente lo contrario), se ha asentado en la sociedad y forma ya parte de la cultura cibernética. Porque sí, criticar se ha criticado toda la vida, la diferencia es que ahora el objeto de las burlas lo recibe por escrito, junto al resto del mundo.

Sin ir más lejos, Rihanna ha sido víctima de crueles comentarios tras su reciente aumento de peso, teniendo incluso que dar explicaciones de los motivos que lo han provocado. ¿Te imaginas tener que contarle al resto del mundo el porqué de tus desajustes en la báscula? Aun así, ella aprovechó para dar un toque de humor a la situación mediante una fotografía del rapero Gucci Mane:"si no puedes conmigo en mi Gucci Mane del 2007, no me mereces en mi Gucci Mane del 2017”, añadía.

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De la misma forma, la cantante Hillary Duff les dedicó un contundente mensaje a sus haters defendiendo su derecho a ser 'normal', cansada de las críticas de su aumento de peso tras la maternidad:"estemos orgullosas de lo que tenemos y dejemos de perder nuestro precioso tiempo en desear ser diferentes, mejores y sin defectos".

Pero no, no es el sobrepeso la única obsesión de los militantes del Body Shaming, también la delgadez. De ahí que modelos como Gigi Hadid o Bridget Malcom hayan tenido que pedir respeto a través de sus redes.

"¿Podemos parar ya con el Skinny Shaming, por favor? Estoy muy en forma y saludable y no estoy anoréxica. He trabajado duro para tener este aspecto y estoy orgullosa de mi cuerpo. Puede que no sea la más curvilínea pero soy una mujer que tiene todo el derecho a tener el aspecto que tengo", publicaba Malcom junto a una fotografía de su cuerpo.