Zoe Kravitz vive su mejor momento. A sus 28 años, es una de las mujeres que han encandilado a público y crítica en Big Little Lies, el gran proyecto de HBO para este 2017. Además, desde que empezó su andadura como actriz en 2007, ha participado en más de una veintena de títulos en la gran pantalla, con papeles en cintas como Sin Reservas, X-Men: primera generación, Divergente, Mad Max: Fury Road o la reciente Animales fantásticos y cómo encontrarlos. Por no hablar de la relevancia que su imagen ha tomado en los últimos años en el mundo de la moda... Sin embargo, según ha comentado en una entrevista con The Edit (la publicación de Net-a-porter de la que es portada esta semana), todavía hay barreras laborales a las que tiene que enfrentarse, no solo por ser mujer (como han denunciado muchas de sus compañeras de profesión), sino también, en pleno 2017, por su color de piel.
Concretamente, la actriz comenta que, en una ocasión, se vio excluida por este motivo del casting para interpretar a una superheroína de una gran franquicia. Al parecer, los encargados le dijeron que no buscaban algo “tan urbano”, refiriéndose a su look. “Estoy segura de que volvería a pasarme. Cuando sale mi nombre en una oficina de casting, seguro que el hecho de que sea negra es motivo de discusión”, confiesa.
Al hilo de la conversación, Kravitz aprovechó la plataforma para denunciar otros casos de racismo que ha vivido en la industria cinematográfica: “Acabo de leer un guión en el que había dos parejas, una de ellas de color. Cuando pregunté a los directores, me dijeron que yo debía interpretar a la mujer del hombre negro”, explicó, haciendo ver la rigidez que aún hoy en día existe en muchos casos. “Es alucinante que todavía se piense que la chica negra tiene que casarse con el chico negro, mientras que el resto son todos blancos”.
