Sus manos han vestido a Sophia Loren, Ava Gardner, Elizabeth Taylor y Audrey Herpburn y a ella se deben vestuarios tan icónicos como el de Farenheit 451 (François Truffaut, 1966), Superman (Richard Donner, 1978) o Jesucristo Superstar (Norman Jewison, 1973). Esta británica que llegó a España (por amor) a finales de los años sesenta ha ganado un Oscar (por Nicolás y Alexandra, en 1972) y cuatro Goyas como diseñadora de vestuario.

A sus 76 años, Yvonne Blake (Manchester, 1940) tiene cuatro nuevos proyectos encima de la mesa. Ahí es nada. Además, el pasado julio asumió la presidencia (en funciones) de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España en un momento convulso en el que ningún candidato quería dar un paso al frente. "Nadie tiene el valor", sentencia. El día 15 de octubre, los académicos la ratificaron en el cargo. "La edad ayuda en bastantes cosas", explica. "Yo hago mucho mejor mi trabajo ahora que cuando era joven. Tengo más experiencia, soy más detallista y han dejado de preocuparme cosas que realmente no tenían tanta importancia. Con los años, una recibe un cierto respeto por parte de la gente: los actores, los productores... Hay muchas compensaciones por ser mayor. No me importa cumplir años, al menos mientras goce de buena salud". Ha visto a las mujeres más bellas del mundo vestidas, sin vestir, maquilladas y sin maquillar, y algo tiene claro: "Lo que hace hermosa a una mujer es su personalidad".

*Texto extraído del reportaje 'Mujeres de otra pasta', incluido en el número de noviembre de 2016 de HARPER'S BAZAAR ESPAÑA.