Ayer el Senado del estado de Nueva York aprobó por unanimidad la exención de la tasa del 4% impuesta a los tampones, toallitas higiénicas, compresas y otros materiales sanitarios. El texto, que aún debe ser ratificado por el gobernador Andrew Cuomo para su entrada en vigor definitiva (como ley), podría ser emulado por terceros estados –ya otrora Pensilvania, Nueva Jersey y Massachussetts aclamaron el sexismo que acompaña al tema–.

Según argumenta la senadora Susan Serino, “ésta es una victoria para las mujeres, quienes se han sometido a la carga de este impuesto durante generaciones”. Cuomo, quien tendrá la última palabra, tacha el gravamen de “injusto y regresivo” y asegura que revalidará el texto lo antes posible –a partir del próximo trimestre fiscal–.

A muchos países, que los tampones y las compresas no estén exentos de impuestos también les trae de cabeza. La protesta es cada vez mayor. Canadá, Francia, Irlanda, Países Bajos y España se encuentran entre las naciones que han reducido o eliminado estas tasas –en diciembre, los parlamentarios franceses votaron una mengua del IVA de un 20% a un 5,5%–.

Aquí la periodista Celia Blanco, conductora de Contigo dentro, el programa de sexo de la Cadena Ser, lidera una campaña en Change.org que exige la bajada de IVA sobre los productos femeninos de higiene íntima del 10% al 4%. “En 2003 pagábamos un 7% y con las reformas fiscales pasamos a un 10%”, explicó en S Moda a términos del año pasado. “Ningún político parece darse cuenta de que estamos hablando de un producto de primera necesidad para más de la mitad de la población española entre los 13 y los 55 años”. Blanco lleva recogidas más de 110.000 firmas.