“Es el sueño de una nueva generación”. La que fuera la periodista deportiva oficial de Telecinco vuelve reconvertida en presentadora de entretenimiento y apoyada por un escuadrón de autodenominados expertos en moda. Hoy, ser influencer en la industria de la moda es la meta, tener poca vergüenza propia es el camino. Este nuevo talent show escribe un nuevo capítulo de temporada estival, en el circo mediático habitual al que acostumbra Telecinco. Un homenaje a la superficialidad que cobra un nuevo sentido cuando el número de seguidores en las redes sociales crece y la cuenta bancaria se mimetiza con un estilo de vida.

Que vayan abriendo las puertas Rachel Zoe, Alexa Chung, Heidi Klum con Project Runway, Tyra Banks con America’s Next Top Model, la Fashion Police de Giuliana Rancic y Brad Goreski o Derek Blasberg y su CNN Style, porque llega un equipo de expertos al que, según su premonitorio y humilde título, todos anhelan parecerse. Por ahora, según Quiero ser, los jóvenes de hoy sienten, piensan y desean lo siguiente:

1. Durante los 2000 la televisión hizo creer al noventa por ciento de los jóvenes españoles que cantar, bailar o ser el primer expulsado de Gran Hermano, para tener mayor recorrido televisivo, era realmente el destino para el que habían nacido. En 2016 ser influencer o presentar al menos una “K”, en el dígito de seguidores de Instagram, es la mayor meta a conseguir.

2. “De pequeña, cuando quedé en un puesto inferior en un certamen de belleza, obligué a mis padres a comprarme una corona”, dice la concursante Cristina. Queremos creer que su mayor influencia en la vida es la Carrie de Stephen King y Brian De Palma, pero rápido desechamos una idea tan descabellada y atrevida cuando todavía sigue utilizando un ‘palo selfie’ en 2016.

3. En 2004 Antena 3 se creyó muy transgresora e innovadora, en plena revolución de la subespecie y caducada metrosexualidad, y lanzó ese Equipo G formado por “Cinco gays con la intención de extinguir al macho ibérico”, según el periódico El Mundo. En 2016 Telecinco viene a decir que los jóvenes de hoy prefieren ser influencers. Sin importar mucho no entender muy bien de qué se trata. Sólo ser influencer.

4. Meryl Streep deja sin palabras a Anne Hathaway, en El diablo viste de Prada, cuando le descubre que aquel viejo jersey azul que usa, sin sentido por la moda, es en realidad de un tono azul cerúleo impuesto por Óscar de la Renta. En Quiero ser Cristina, de Sevilla, afirma, en sus propias palabras: “Tengo la gran suerte de poder tener una buena delantera”. Pamela Anderson puede estar satisfecha del recambio generacional, pero apostamos un riñón a que Cristina, de Sevilla, desconoce su influencia.

5. “Para ser una it girl tengo la actitud, el carisma y, en plan, que soy única, ¿sabes?”. Si en un exterminio de la raza humana Alicia, de Madrid, fuera la única superviviente estos serían nuestros principales lemas sociales. El egocentrismo millennial tampoco cambiaría tanto.

6. “Pese a no tener estudios por problemas económicos vengo a demostrar lo que valgo. Soy un diamante en bruto”, dice Christian, el único concursante del género masculino. De repente, los múltiples e innecesarios cambios en la educación pública, a favor de los diferentes cambios de gobierno, tienen su nefasto resultado en el prime time televisivo.

7. “No tengo ganas de conocer a mis compañeros y no vengo a relacionarme con nadie. Soy una it girl y vengo a por mi título”. Esther, de Cartagena y estratega competidora de cazadores Pokémon.

8. “Soy la reina de la moda en mi zona”, dice Marlene de Gijón. Lamentablemente Marlene no asistió a la primera clase de Influencer de su facultad, ya que en el caso contrario debería saber que en el mundo influencer no existen limitaciones geográficas.

9. En Supermodelo 2006, los 'Cara a Cara' entre las concursantes dejaron entrever como la amada villana Laura Negrete imponía sus propias normas sobre la pasarela al afirmar rotundamente que otra de las concursantes, Malena Costa, jamás podría ser modelo porque sus caderas eran más anchas de lo establecido. En Quiero ser algunas concursantes encuentran un nuevo punto en común: vulgar e influencer no son sinónimos.

10. “Primark es lo peor”. Primera lección de moda en 20 minutos de programa.

11. En 2002 el reality show de culto Confianza Ciega dejaría marcada a la sociedad con su “Nube, tía”. En 2016, Alicia Alameda, una concursante de Quiero ser, pone sobre la mesa otra palabra encriptada que bien podría definir a cualquier generación de jóvenes: NTR. O lo que es lo mismo, en lenguaje aprobado por la RAE: “Ni te rayes”.

12. “Me encanta el tipo de chica de perfil Kardashian, una chica que parece frívola, pero en el fondo es súper inteligente”. Por lo visto alguien no se ha informado bien de que en los 'snaps' en los que Kim Kardashian acusa a Taylor Swift de manipuladora y mentirosa en ningún momento se pide aprobación a las contundentes frases de la canción Famous como “Yo hice famosa a esa zorra”. El concepto de inteligencia se viene abajo.

13. Durante el verano de 2010 Telecinco ya intentó elevar los talent shows de moda a una nueva dimensión con Las joyas de la corona, en el cual a un variopinto grupo de jóvenes sin recursos se le lobotomizaba con técnicas de refinamiento. En Quiero ser Esther y Alicia demuestran haber sido descartes de la productora del anterior programa insultándose al grito de “niñata” y “barriobajera”. El prime time televisivo siempre mostrando los mejores límites de esta, nuestra sociedad.

14. “Si tú te alimentas continuamente de ensaladas puedes llegar a tener pérdidas de pelo”. De repente todo el ‘postureo’ vegeteriano se viene abajo, las acciones en la bolsa vegana descienden abruptamente y se avecina tormenta social. Los chicos del maíz, el remake.

15. En 1978 el grupo estadounidense y referente de toda una generación de jóvenes liberales, Village People, bailaba en el único single de su álbum Cruisin’, al grito de “Young man”; muchos años después la empresa de embutidos murciana ElPozo versionaría la canción a grito de “Chope”; y en Quiero ser “Personal Chóper” es una profesión. Evolución de conceptos.

16. Uno de los coaches de Quiero ser se hace llamar Madame y lamentablemente no es ni María de Mora ni Sydney Andrews de Melrose Place.

17. “Yo me siento súper decepcionada”, dice una concursante aleatoria. Nosotros también, pues en un programa que presume de ser el mayor talent show de la industria de la moda se habla de todo menos de que María Grazia Chiuri haya abandonado Valentino o de que Zara haya copiado la última colección de Kanye West.